Españoles
introducen patronales que tienen décadas
celebrandose con certamen anual.
Hato
Mayor.- La
tradición histórica que se tiene de la celebración a la patrona de Hato Mayor,
La Virgen de Las Mercedes, nos indica que las patronales fueron introducidas a
la isla por los españoles, luego que el genovés Cristóbal Colón descubriera la
isla Hispaniola, el 12 de octubre de 1492.
Los
Dávila, que instituyeron el Mayorazgo de Dávila, hacia 1520 siguieron la
tradición hasta su última descendiente que quedó en Hato Mayor del Rey,
Mercedes de la Rocha Coca Landeche de Fernández, que fue la donante de los
terrenos donde hoy está erigida esta ciudad.
Melchor
Contín Alfau en su libro “Hato Mayor del Rey” Reseña Histórica-Geográfica-
Tradicional y Religiosa, explica que la práctica del culto de Nuestra
Señora de Las Mercedes, en Hato Mayor
del Rey, es más antigua que la formación misma de la villa, ya que existe
evidencia de que, antes de que la población tomara perfiles urbanísticos, y,
mientras estos predios en que se
asientan, solo constituían una rústica hacienda ganadera, dependiente de la
villa de El Seibo, sus primeros moradores fueron fervorosos mercedarios y
habían constituido una cofradía que rendía culto a la Augusta Redentora de los cautivos, que
en los primeros años de la conquista había hecho su milagrosa aparición en el madero legendario de Santo Cerro, en La
Vega.
La
primera alusión a esta cofradía de nuestra señora de Las
Mercedes, la encontramos en el interesante informe rendido al rey de España, en
el mes de abril de 1740, por el arzobispo metropolitano, monseñor Domingo
Pantaleón Álvarez de Abreu, quien, al
referirse a la ermita techada de hojas de palma que le servía de asiento, que encontró el prelado en
su visita pastoral a la región.
Esta
ermita fue erigida por el alférez real, don Antonio de Coca y Landeche,
heredero de las vastas extensiones de terreno del Mayorazgo de Dávila y en
torno a ella se fomentó la actual población de Hato Mayor del Rey.
El
minucioso informe del arzobispo Álvarez
de Abreu, que trata sobre el estado general de la colonia, es un indicio
veraz de que, a la Excelsa Madre de Dios,
se le rendía filial homenaje en esta comarca desde unos 200 años atrás,
y que, indudablemente, esta circunstancia determinara a la curia eclesiástica a
que, al crearse la parroquia, esta fuera puesta bajo el tutelar patronato de la
celestial señora, que a la vez es patrona de la república de Barcelona.
Hay
que significar que, en sus inicios la parroquia estuvo consagrada a San José,
lo que revela que así mismo el culto al padre putativo de Nuestro Redentor,
también estuvo arraigado desde antaño, en el corazón de los hatomayorenses.
La
primera imagen de la patrona de Hato Mayor, La Virgen de las Mercedes no se
conserva, pero aún está en la iglesia central de Hato Mayor del Rey, la réplica
que obsequiara por el año 1845 el ex-presidente, general Pedro Santana, quien
era un fervoroso devoto de nuestra patrona y que varias veces visitó la comarca
a conmemoraciones.
Esta
antigua imagen de la virgen de Las Mercedes, constituye una venerable reliquia
histórico-religiosa para los nativos de esta ciudad, bautizada con la nueva
denominación de “La Capital del Cítrico”, por ser la mayor productora de
naranja de la República Dominicana, con
unas 150 mil tareas sembradas
Anteriormente,
según reseña Melchor Contín Alfau en su libro Hato Mayor del Rey, desde horas
tempranas a mediado de septiembre de cada año, hacían su entrada las
peregrinaciones seccionales, al ritmo de los estridentes atabales, en tanto
algunos grupos entonaban cantadas y plenas al compás de panderos y güiros de
bangaño y las campanas se echaban a vuelo para recibir las rurales cofradías.
A
cada sección se le designaba su día y la imagen de la patrona se ofrecía al
beso de los fieles. Todavía se conserva la tradición del novenario de la
iglesia y simultáneamente con los cultos religiosos, aun se efectúan a la vez
amenos festejos populares y sanas diversiones sociales y hogareñas.
Las
lidias gallísticas, enlace de toros, palo encebao, son parte de las actividades que se conservan
en el tiempo y que forman parte de nuestro folklore y atractivo del ciclo festivo en honor a la
patrona, Nuestra Señora de Las Mercedes.
En
las últimas décadas el calendario patronal ha sido enriquecido con nuevas
atracciones, incorporándose a los números clásicos primitivos, las corridas de cintas o de
sortijas, corridas de caballos y en burro, motocicletas y otros pasatiempos que
proporcionan grata expansión a los participantes en tales juegos y a quienes
observan.
En
los últimos diez años hay que destacar la introducción de fuegos artificiales
hecha por el empresario, Rubén Darío Cruz, así como el espectáculo que se
realiza para escoger las beldades de las patronales y el lanzamiento de
paracaídas desde avionetas y helicópteros que hace la Fuerza Área Dominicana.
Cada
año se agrega un elemento nuevo a la celebración, haciendo que de las
patronales vuelvan a retomar la tradición
y que los habitantes de Hato Mayor se interesen en comprar ropas para el estreno y el disfrute
del ciclo festivo.
Desde
el 1995 se realizan febriles preparativos, hasta con dos y tres meses de
preparación y las actividades del ejido se concentran en los atabales de Media
Chiva, que no es más que la tradicional enramada donde se celebran los palos o
atabales, así como alrededor de la tarima de la cultura que se improvisa a
propósito de la celebración.
Los
artistas locales, radicados en Santo Domingo y otras latitudes, así como los
que viven en el patio, realizan presentaciones artísticas en los lugares más
concurridos, llamando al pueblo ante su presencia, ya que generalmente buscan
patrocinio de casas licoreras y otras empresas.
Orquestas
de renombres hacen gala durante el ciclo festivo, las que logran sus
presentaciones con pago por anticipado.
Modistas,
sastres, estilistas, zapateros todavía hacen “zafra” con la creciente demanda
de sus festinadas clientelas, pues prevalece la costumbre, en parte olvidada,
de estrenar ropas, calzados, prendas y arreglarse el pelo para ir a las
patronales.
El
comercio local, así como hoteles, fondas y restaurantes se llenan el “buche”
durante las celebraciones donde la clientela aumenta.
Los
nativos residentes en Santo Domingo, El Cibao, El Sur y otras poblaciones de la
región Este y el exterior visitan la comarca para la época, para reencontrarse
con sus coterráneos.
El
baile de atabales es la tradición más arraigada entre los hatomayorenses, que
se desbordan cada año a participar de las novenas que organiza el comité de
festejo. Las novenas son sostenidas por empresarios y políticos, que en
ocasiones la toman para demostrar su nivel de popularidad en la ciudad.
Candidatas
Las
beldades electas en esta versión son Mirialex Alcántara, 15 años, representante
del barrio Galindo; Oleini Valdez, 15 años,
virreina barrio El Centro; Cherilly Rosemón, 14 años, princesa por el sector Villa
Canto.
Fueron
escogidas en un certamen organizado por Producciones Balbuena, que dirige el
productor artístico Juan Balbuena.
El
jurado estuvo presidido por Mara Porte, Francis Liriano y Amarfi Avila, Vianet Morel,
Joanna Morales y participó como artista invitado Francis Liriano artista local radicado
en Estados Unidos
Hato Mayor y reinas patronales
La
primera fiesta a la virgen de Las Mercedes se realizó en 1750, según un informe
rendido al rey de España por el azorbispo metropolitano, Monseñor Domingo
Pantaleón Álvarez de Abréu.
Pero
no fue hasta septiembre de 1963 que se escoge la primera reina de las
festividades patronales, que en honor a la virgen de Las Mercedes se celebran
todos los años en esta ciudad.
Anteriormente
las fiestas patronales Hato Mayor se celebraban en la iglesia y en la enramada
de Media Chiva y otros puntos de la ciudad con sonadas de atabales, y
espectaculares juegos populares como el palo encebado, aparadas de huevos,
corridas de burros, y otros, pero sin la presencia de una reina.
Las
patronales, que tienen su origen en el catolicismo español, que impusieron sus
costumbres religiosas y en cada parroquia que levantaban asignaban una patrona
o patrón del santoral eclesiástico. Así surge la patrona de la Virgen de Las
Mercedes, que además es patrona de los pueblos de Yamasá, Pimentel, Santo
Cerro, Yuma, Palenque y otras poblaciones.
Francisco
Dávila (1540-1554), Gaspar Dávila (1554-1560) y los descendientes de estos
hasta la Era Haitiana (1822), impusieron la esclavitud y el vasallaje dentro de
sus heredades o dominios, obligando a sus esclavos a tener una imagen de Las
Mercedes como guía devocionaria, entronizada en los barrancones o bohíos.
Fueron
los Dávila que iniciaron el novenario que aún se realiza en la enramada de
Media Chiva con solemnes actos religiosos y espectaculares fiestas populares
gratuitas en comunidades rurales y calles de la comarca.
Primeras
Reinas
42
años lleva Hato Mayor escogiendo su reina de las patronales, siendo la primera
la niña de 9 años, Iris Josefina Núñez Balbuena, hija del fallecido
ex-gobernador José Núñez (José Buchín) y Amada Balbuena. Su elección se hizo
por escrutinio y se organizó un desfile para su coronación, que partió desde la casa de sus padres, ubicada
en la calle Miches con San Antonio, hasta el local de la Logia 21 de Enero.
Decenas
han sido las beldades que han representado con dignidad y decoro a Hato Mayor
del Rey en el desarrollo y recordación de nuestras raíces ancestrales y en sus
fiestas patronales.
Recordamos
con nostalgia a Consuelo Aurora Reyes Alcántara, electa reina en 1977; hija del hacendado Carlito Reyes y Consuelo
Alcántara.
Altagracia
Bueno Arias fue una de las reinas más cacareada de la ciudad en 1980, ello se
debió al despliegue publicitario y la edición de una revista, preparada por el
comité de festejo, que para la época dirigió el ex senador Iván Rondón Sánchez.
Nena
Vásquez Dismey, fue reina en 1979; Anny Victoria Peguero Astacio en 1988;
Teresa Jiménez en 1989; Juliana Santana Peña en 1994; Berenice Frías en 1995;
Sandra Sosa en 1995; Sintya Upia en 1996, Tania de la Rosa en 1997, Cesarína
Núñez en 1998, y quien no pudo ser coronada por el paso del huracán Georges.
Consuelo
Nathaly de la Rosa Mota fue la reina de 1999, Rosaura Monegro fue la reina del
2000, la acompañaron Johanna Morales como Virreina y Vianet Morel; como reina
de las festividades del 2002 fue escogida la novel artista local Carolina
Polanco Pérez; como virreina la locutora Carmen Ligia Barceló Gonzáles; y
princesa Marián Raquel Paulino Hernández; la del 2005 fue Amanda Gonzáles; como
virreina y princesa el jurado escogió a Evelin Rodríguez y Alejandra
Sánchez.
Hay
que destacar que muchas de nuestras majestades hoy día son profesionales que
sirven al proceso de desarrollo de la República Dominicana y el mundo.


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