EL SEIBO.-Los internos que no pagan peajes a los probot de la cárcel General
Pedro Santana de El Seibo estarían siendo sometidos a crueles torturas físicas
con descargas eléctricas, a palos y trompadas, estando colgado con sogas a
barrotes del recinto penitenciario.
Las torturas se estarían realizando además por encargo, que son pagadas por
adelantadas por familiares y enemigos de los internos, principalmente acusado
de homicidio, narcotráfico y violaciones sexuales.
Las últimas torturas afectaron a los internos Alexander Mejía Brito, nativo
de Sabana de la Mar, preso por narcotráfico, a quien le quebraron a palos una
pierna y un brazo, así como a Yoseiri Félix Peña, natural de Barahona, también
preso por drogas y a quien fracturaron una
pierna y un brazo a palos y provocaron heridas con cables eléctricos que
adhirieron al cuerpo hasta perder el conocimiento.
Ambos fueron internados en el hospital “Dr. Teófilo Hernández”, de esta
ciudad, sin que las autoridades carcelarias y judiciales dieran parte a sus familiares.
Diario Libre supo de otra fuente que la tortura se debió por rebatiñas por
controlar el negocio de las drogas en el centro de reclusión.
Los reos que dicen temer por su vida, denunciaron que cuando al recinto llegan
nuevos presos son “secuestrados” y llevados a su guarida por los probot solo
conocido como El Chino, Alcón, Gindo y Condorito.
“Los secuestros se hacen durante la noche y se le obliga a hablar con sus
familiares vía telefónica para que al día siguiente envíen el dinero, para
buscarle un espacio en una celda o en un callejón del penal y quien no paga
entonces es torturado”, aseguró Alexander Mejía, quien pidió su traslado
urgente a otro lugar.
Revelaron que en el penal se vende más drogas que en las calles de los
pueblos y que para usar un teléfono hay que pagar “peaje”.
Dijeron desconocer si la alcaidesa del penal tiene conocimiento de las
torturas que practican los probot, pero pidieron que el grupo sea sacado de la
penitenciaría, para detener las torturas eléctricas y a palizas que se propinan
a indefensos reos.
Los probot son ley, batuta y constitución y gozan de privilegios que no pudieran
vivir fuera del albergue de presos.
En la cárcel de El Seibo, los probot operan una gallera, donde se realizan
peleas por dinero con frecuencia y un encaste de gallinas de calidad, que son
sacadas por antes los ojos de las autoridades carcelarias.
Al cerco donde se realizan las lidias de gallos, solo pueden estar los
presos adinerados del penal y se dicen que las apuestan se hacen de hasta 10
mil pesos.
La cárcel pública de El Seibo, fue construida hacia el 1956, durante el
régimen de Rafael Leonidas Trujillo, para unos 280 reos, pero actualmente la
población carcelaria supera los 770 internos.
El penal pertenece al viejo Sistema Penitenciario y la falta de agua y la
proliferación de plagas de cucarachas, mosquitos y ratas hacen la vida más
tortuosa a quienes han decidido estar allí por delinquir en la sociedad.
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