Los pueblos del Este tienen una gran necesidad de ambulancias, pero las autoridades provinciales de cada pueblo son verdaderas entelequias, no sirven para nada |
HATO MAYOR.- Ir herido o presentar un parto de emergencia y tener que ser referido a un centro hospitalario público o privado especializado a Santo Domingo es exponerse a la muerte o quedarse a medio camino, por la falta de un adecuado servicio de ambulancia en los hospitales de los pueblos del Este, que carecen de choferes, combustibles, desperfectos y por no existir el aparato en algunos lugares, lo que ha permitido un aumento en el número de muertes por accidentes de tránsitos.
El déficit de ambulancias en la región es de 40 unidades,
para ser distribuidas solo en los hospitales y centros de salud de las
ciudades, según el orden de prioridad.
Las mayorías de las unidades de servicios en poblaciones como
San Pedro de Macorís, Hato Mayor, El Seibo, Sabana de la Mar, Consuelo, La
Romana e Higüey están en precarias condiciones y para hacer un servicio, los
pacientes y familiares tienen que costear el combustible y dejar “caer algo” al
chofer.
Las unidades que aún quedan en hospitales y los subcentros de
salud en los pueblos del Este son donadas casi siempre por fundaciones y
gestiones políticas, pero la falta de un patronato impide que se alargue su
uso, denunciándose que no se le da mantenimiento y la falta de choferes
prudentes y con cierto nivel de conciencia.
Reza un viejo refrán: “A lo que nada nos cuesta, hagámosle
fiesta” y esto se refleja en muchas ambulancias que llevan meses abandonadas en
los parqueos de hospitales, recintos de cuerpos e bomberos y hasta clínicas en
pueblos de la región.
El proceso para trasladar a un pacientes se convierte en una
verdadera odisea y es más tangible cuando se presentan accidentes que hay
llevar los heridos a centros especializados de la región y Santo Domingo.
Hay que hacer esfuerzos extraordinarios para conseguir una
ambulancia para trasladar a un familiar a otro centro asistencial, cuyo
trámite es agotador, porque muchas veces
hay que redimirse a los pies de los políticos, que son quienes mejores
conservan los aparatos.
Sin embargo, las unidades de los políticos, son escasas para
estos tiempos, denunciándose muchas veces que ahora no la sacan “porque no hay
elecciones”
En casi igual condiciones están las ambulancias de los
cuerpos de bomberos de Hato Mayor, El Seibo, La Romana, Higüey y San Pedro de
Macorís.
Los pueblos del Este tienen una gran necesidad de
ambulancias.
José Rodríguez Abreu, director regional de Salud, considera
de penoso el servicio de ambulancia, atribuyendo a la falta de conciencia de
muchos conductores y la falta de recursos para su mantenimiento.
"El Estado provee las unidades pero la falta de conciencia
y recursos suficientes impiden el buen funcionamiento", expone.
La carencia de ambulancias en condiciones normales para
transportar los pacientes es uno de los mayores problemas que confrontan los
principales centros de salud de la región de la parte oriental de la isla.
Esa situación se agrava aún más por la falta de recursos
económicos para la compra de los combustibles en los centros que disponen de
esos vehículos.
Para el traslado de emergencia a los hospitales, familiares
de personas lesionadas tienen a veces que contratar minibuses y taxis, sino es
que acuden a los políticos, que siempre tienen los vehículos en mejores
condiciones que los hospitales.
Ninguna policlínica en las zonas rurales del Este dispone de
ambulancia, teniendo sus habitantes que trasladar a sus enfermos en colas de
motores, camionetas, camiones y hasta en
patanas.
En clínicas
La falta de ambulancia en clínicas y otros centros sanitarios
del Estado los familiares y los pacientes viven situaciones de desesperación y
angustia por la falta de una unidad para trasladar al enfermo a otro lugar.
Las clínicas en su mayoría no cuentan con el servicio de
ambulancia para movilizar los pacientes hacia los hospitales de Santo Domingo y
San Pedro de Macorís, donde opera el hospital regional Antonio Musa.
Las funerarias
La falta de ambulancia a favorecido grandemente a las
funerarias privadas, que cobran para ofertar el servicio por traslado de
pacientes y muertos de un pueblo a otro, así como llevarlos a laboratorios a
realizarse estudios especializados, que no ofrecen algunos centros clínicos
públicos y privados en la zona.
Cifras
La provincia de Hato Mayor dispone de cuatro ambulancias para
una población de 101 mil habitantes; hay unidades, con dificultades en los
hospitales Leopoldo Martínez, El Valle y el Elupina Cordero de Sabana de la
Mar.
También disponen de unidades de servicios, las funerarias del
senador Rubén Darío Cruz (Rubén Toyota) y San Miguel, esta última privada.
En El Seibo solo hay unidades en condiciones precarias en el
hospital Teófilo Hernández y la Defensa Civil, así como en la clínica Dr. Chaín
Higüey es la ciudad con más servicios de ambulancias, lo que
se justifica por el movimiento económico que generan las actividades
turísticas, religiosas y económicas.
Aquí opera el Centro Regional de Ambulancia del Ministerio de
Salud Pública, con seis unidades, los bomberos 2 y las funerarias unas cinco
disponen del servicio.
En La Zona turística, cada hotel, así como la Autoridad
Metropolitana del Transporte (Amet), Clínica Dr. Reyes una y las estaciones de
la Cruz Rojas, los Bomberos y la Defensa Civil, para totalizar unas 32
ambulancias.
La Romana cuenta con unas 11 ambulancias, pero el cuerpo de
bomberos tiene su unidad fuera de servicio por averías.
También hay ambulancias en el Central Romana, Alto Chavón y
la administración de los políticos Chino Ceijas, Fèlix Morla, Alberto Cedeño.
San Pedro de Macorís, a pesar de ser una de las provincias
más vulnerables para los accidentes de tránsitos e incendios por estar lleno
sus barrios de tugurios y casas humildes solo dispones de 7 unidades.
La falta del servicio en las clínicas y hospitales públicos
impide el traslado inmediato de personas a centros asistenciales de
traumatologías, como el Darío Contreras en Santo Domingo.
Directores de hospitales en las poblaciones del Este, han
asegurado a El Tiempo que la falta de unidades en buenas condiciones es un
verdadero dolor de cabeza a momento de trasladar un enfermo a un centro de
atención especializado, debido a que en ocasiones no disponen de créditos en
las estaciones de gasolinas o el aparato tiene algún desperfecto mecánico.
El Este es digno de mejor suerte, por lo que se espera que el
ministerio de Salud disponga el envío a los hospitales del Este de unidades
para satisfacer esa necesidad tan vital al momento de las ocurrencias de hechos
trágicos
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