jueves, 27 de marzo de 2014

Recordando a Félix Yovani Ramos

DR, FÉLIX YOVANI RAMOS Y RAMOS
MANUEL ANTONIO VEGA

Conocí al doctor Félix Yovani Ramos y Ramos en tareas propias de su desempeño como juez de Primera Instancia del Departamento Judicial de Hato Mayor por allá por el génesis de la creación de la provincia número 29 en el atlas nacional.
Eran los albores de 1986 y sus labores judiciales las inició desde muy temprana edad en su ciudad natal, Hato Mayor del Rey.
Unos 12 años permaneció en el tren judicial.
Confieso que fue un juez insobornable, cuya rectitud le costó el cargo a principio del primer quinquenio de la década de 1990, cuando no se dejó sobornar ni recibir presión y condenó al Banco Popular Dominicano al pago de  3 millones de pesos de indemnización a favor de la señora Ada Barriola Lapot, en audiencia celebrada en marzo del año 1992.
Por esa acción correcta y avalada por una sana actuación imparcial de justicia fue suspendido del cargo y funcionarios de Hato Mayor le hicieron la vida imposible hasta que lo hicieron saltar definitivamente del cargo.
Recuerdo que para esa época publiqué un reportaje en el periódico La Razón del Pueblo con el título “Suspenden jueces: No se doblegan frente Banco Popular y lo condenan al pago de tres millones”.
Fue una noticia que estremeció a Hato Mayor, porque se había denunciado que algunos funcionarios judiciales de la época fueron sobornados por el Banco Popular mediante el otorgamiento de préstamos, para favorecer a la institución crediticia privada.
En menos de 24 horas de evacuada la sentencia en contra del Banco Popular, Ramos y Ramos fue suspendido y jamás le permitieron volver al cargo.
No fue complaciente ante el poder político y empresarial que se apropiaba de la tranquilidad financiera de Hato Mayor.
Pienso que su destitución como juez por actuar con pulcritud y apegado a los preceptos y leyes, afectaron emocionalmente la vida de Félix Yovani.
En su quehacer como abogado, repartió empatía y ganó la confianza de muchos empresarios y compañeros de togas, que le pidieron trabajar en sus oficinas, como el caso de Nelsida Sosa Berroa, Santiago Vilorio Lizardo y el diputado Cristóbal Venerado Castillo Liriano.
Era un togado de los pies a la cabeza y su honestidad, seriedad, pulcritud y responsabilidad lo hicieron merecedor de muchas distinciones entre su clase y la sociedad consciente de Hato Mayor.
Nunca abandonó su lar nativo de Las Guáranas en el distrito municipal de Guayabo Dulce y fue de los propulsores para elevar a Guayabo Dulce a Distrito Municipal.
Al momento de su muerte, Yovani Ramos, como lo conocían todo el mundo, era asesor legal de la alcaldía de Guayabo Dulce.
Era un mediador de conflictos y problemas comunitarios y hasta familiares en su comunidad.
Se caracterizó por ser ecuánime y fundamentalista en su accionar profesional.
Fue un notable dirigente del Partido Revolucionario Dominicano, donde ocupó importantes posiciones y granjeó buenos amigos.
Nunca se casó ni procreó hijos, pero siempre estuvo al lado de padre, Félix Ramos, que acaba de cumplir 102 años.
Recuerdo que compartí lectura de libros en el circula de estudio Inchausti Cabral, que operó en Guayabo Dulce a principio de la década de 1980.
Fui su amigo y recordaré por su actitud responsable e incluyente frente a los problemas sociales de Hato Mayor.

1 comentario:

  1. Buen hombre es verdad, y mostró valentía a pesar de que algunos funcionarios de la época quisieron hundirlo como persona, y profesional pero no pudieron hundir su conciencia valiente y apegada a principios morales que le permitieron seguir adelante dando de su conocimiento a favor de la ley y la justicia.

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