MANUEL ANTONIO VEGA
LAS CAÑITAS, Sabana de la Mar.- Frente a la bahía de Samaná y casi cubierta por las montañas de los llanos costeros, a unos 20 kilómetros al Este de Sabana de la Mar, está el distrito municipal Elupina Cordero (Las Cañitas), un pueblo pesquero donde la miseria se puede observar desde una yola en el mar.
Fundado hacia 1780 por pobladores procedentes de Samaná, este católico pueblo adoleces de todos, pero la preocupación más grande de sus habitantes es el desempleo, que ha obligado a una emigración forzosa de su gente a otras ciudades de la región y embarcarse en yola a la vecina isla de Puerto Rico.
Con condiciones excepcionales para la explotación turística, Las Cañitas, se bate entre el desempleo y la miseria que golpea sin piedad a sus pobladores.
La playa que debe ser la carta de presentación del poblado, luce sucia y abandonada, mientras un cementerio de yolas afea su ribera.
En el pueblo hay más bancas de lotería que escuelas e iglesias, mientras los servicios luz y telefónico son prácticamente nulo.
La pesca, la ganadería y la producción de arroz y cacao son sus fuentes de ingresos económicos, aunque las remesas han ayudado a muchas familias a mejorar su situación económica y de vida.
Aquí el sol brilla con generosidad y da color al paisaje mientras decenas de aves marinas proyectan su sombra sobre la sucia y abandonada playa.
Las noches se asemejan a bocas de lobos, por la ausencia de bombillas en sus calles, mientras se denuncia que la drogadicción y la delincuencia se han ido adueñando del poblado.
Al cementerio ya no le caben más muertos y luce lleno de malezas y la oscuridad por falta de bombillas permiten sea escondrijo de tecatos y delincuentes.
Es un pueblo aislado, donde la gente se encuentra hasta tres y cuatro veces, por solo tener tres calles, que por su estrechez no pueden acceder vehículos grandes.
HISTORIA
Los primeros pobladores de Las Cañitas llegaron en 1780 procedentes de Samaná y la denominación del nombre se debe, según el historiador nativo, Mario Severino, a que en la cercanía había frondosas matas de caña brava y “los viajeros pedían que los dejaran en Las Cañas Bravas”.
El aditamento o denominación de Las Cañitas se fue dando por islotes terrestre de este árbol que se formaban en el trayecto o a orilla de la comarca, bañada por la bahía de Samaná.
En principios era un paraje de Magua, de la provincia de El Seibo, y para 1985 elevó su estatus a sección.
Fue elevado a Distrito Municipal en 1997 por una ley sometida al Congreso Nacional por el senador de entonces, Miguel Andrés Berroa. Reyes.
Las secciones rurales de Las Cañitas son Maguá, Capitán, Río Arriba, Las Abispas, La Loma, Arroyo Rico y Cabezú y Las Cañitas.
TURISMO
Cuenta con varios lugares de atracción turística, como el Cayo de Los Pájaros, formado por islotes, donde abundan los patos, gallaretas, alcatraces, cotorras, palomas turquesas y otras aves costeras y exóticas, que hacen la vida más placentera en la zona.
Parece que el cuerpo es autóctono de la zona, por su abundancia y presencia en el espacio sideral.
Sus exuberantes manglares, cocoteros y la riqueza en fauna y flora marina hacen de esta comunidad un verdadero paraíso terrenal.
Las Cañitas también reúne las condiciones naturales para explotar el turismo de montaña, pero hacen falta las infraestructuras requeridas para ello, pues no dispone de habitaciones hoteleras, pero si lugares montañosos y costeros que gustan a los turistas para el descanso y la aventura.
El gobierno central debe disponer la construcción de obras para iniciar la explotación turística en la zona y desarrollar la comunidad, olvidada por los gobiernos.
La comunidad es visitada diariamente por turistas canadienses, españoles, franceses y alemanes.
En Las Cañitas, de Sabana de la Mar, la pobreza y la desigualdad social tienen una morada en los habitantes de la zona.
Esta comunidad no puede seguir viviendo sin los servicios vitales y sin las obras que les permitan desarrollar el turismo y el aspecto urbano, que ahora hace parecer a Las Cañitas como una aldea.
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