LA GINA,
Miches.-Guardado por la madre naturaleza entre las montañas de la zona de
amortiguamiento del parque nacional Saltos de la Jalda, en la comunidad de La
Gina en Miches, salto Jayán es una gigante corriente de agua que se desprende a
unos 35 metros de altura por una empinada escalera de rocas y agua, provocando
curiosidad al visitante.
Es el Jayán, con
escalera de agua para trepar y lanzarse a su charca, un salto que brilla entre el
bosque oscuro que le rodea.
Por más brillante que
esté el sol y la oscuridad que regala el bosque, las aguas de Jayán parecen
escarchas de hielo.
Cuando se está en la
charca y se mira hacia el chorro de agua, parece que el torrente choca con las
copas de los árboles que rodean su
entorno.
Es una catarata
“clásica”, pero poco conocida por los nativos de Miches, que no terminan de
organizarse para promocionar los inmensos y atrayentes recursos hídricos de que
disponen para la explotación ecoturística.
Es de una belleza que
resulta difícil describir, ya que la escalera de roca, que se ha formado en el
trayecto de caída del agua, le dan un aspecto señorial y de respeto entre las
demás cascadas que hay en Miches.
El majestuoso chorro de
agua, perceptiblemente blanca, aunque
esté lloviendo y su rugir entre las rocas, advierten que se está frente a una
estructura construida en el tiempo por la madre naturaleza.
En tiempo de lluvia,
aseguran vecinos de La Gina, las aguas roncan y golpean tan fuerte que se
escucha en el poblado, a unos siete kilómetros al sur de la comarca.
Es una cascada
torrentosa en medio del bosque tropical.
Las aguas que estilan
de su correa blanca, van formando río abajo, otras espectaculares y perfectas
charcas, que son especiales para el deleite y el disfrute de los mortales.
Si no estuviéramos
haciendo esta narración del lugar, muchos creerían que esta sublime cascada no
existe en Miches, donde hay otros 14 saltos de agua dulce.
Su mágico entorno
rodeado de natura nos hace creer que se está perdido en la selva, a sola, solo
con la presencia de la flora y la fauna que se hacen cómplice de aquel lugar
ideal para vacacionar.
El nombre del salto del
agua se debe al río del mismo nombre, con cuyas aguas se irrigan los proyectos
arroceros de la Gina de Miches.
Lo oculto que está y lo
poco visitado que es por no estar promocionado, le ha permitido mantener su
belleza natural.
Las elevaciones
montañosas de la zona y lo accidentado del camino, han sido otro aliado importante
para la protección del salto Jayán
Aunque desde el copioso
bosque no se visualiza el mar, Jayán está frente a la bahía La Gina y el Océano
Atlántico.
Está en terreno
estatal, pero que están siendo usufructuados por particulares.
¿CÓMO LLEGAR?
El Jayán está a unos
156 kilómetros de la Capital Dominicana y 102 de la zona turística de Bávaro y
Punta Cana.
Para acceder tiene dos
puntos: Partiendo desde la comunidad de La Gina, a seis kilómetros al Oeste de
Miches, haciéndolo a pies o en cabalgata.
Igualmente llegando al
kilómetro 10 de la carretera Miches-El Seibo, para internarse por un
accidentado camino, rodeado de precipicios y abismos, que hacen más rica la
aventura de conocer a este gigante de agua dulce.
Exhortamos, que deben
de ir con bota o zapatos que agarren bien en el suelo húmedo, para no verse más
en el suelo que caminando.
No lleven menores de 12
años, por lo accidentado del terreno y asegúrense de no dejar en su mochila,
repelente para las picadas de mosquitos y jejenes, que sí hay muchos en la
zona.
FLORA Y FAUNA
En la charca se pueden
capturar y pescar jaibas, camarones, guabinas, dajao y tilapias, mientras que
sobre los copas de los árboles que rodean la oculta cascada, se aprecian cigua
palmera, colí, pájaro bobo, carpintero, rolita, lechuza cara ceniza, paloma
turquesa y otros.
El bosque virgen está
compuesto por árboles centenario de Pino, Javilla, Ceiba, Cabilma, Anón,
Grayumo, Cacao, Café y abundan los guineos y rulos silvestre.
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