Patricia Pérez Díaz
La joven que aperece en un video que circula por las redes sociales denunciando que pagaba peajes a agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), a Dirección Central Antinarcóticos (DICAN) y a algunos fiscales para que la dejaran distribuir y vender drogas en Hato Mayor, manifestó este viernes que teme por su vida.
Crisania Soriano, dijo por la vía telefónica al programa radial "El Gobierno de la Tarde" que desde que decidió retirarse del negocio de la droga tanto ella como su familia ha sido víctima de una persecusión "enorme", con operativos en las calles y hasta tiroteos..
Mientras se dirigía a un encuentro con el jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, Ureña sostuvo que no se quedó callada porque si la atrapaban, le iban a poner droga para luego incriminarla.
Precisó que el fiscal Winter Rodríguez ha emitido cinco órdenes de arresto en su contra y que además la ha declarado en rebeldía, algo que según dijo, no entiende, debido a que ella ya está pagando por sus pasados delitos.
"El fiscal de Hato Mayor me ha hecho una persecución, él dice que me busca por mi caso, pero no sé por qué, si ya esta cumpliendo (...) "ellos me han declarado en rebeldía a pesar de que nada más tengo una falta porque no pude ir a firmar y se supone que estás en rebeldía cuando tienes cinco falta y yo solo tengo una", expresó.
Debido al desasociego que vive, esta joven solicitó que le sea cambiada la jurisdicción para firma la presentación periódica a San Pedro de Macorís ya que no se siente segura en Hato Mayor.
"A mi me persiguen no para apresarme, sino para matarme", aseguró para luego reiterar su testimonio en el que precisa que los agentes querían que ella siguiera en el negocio para que les siguiera pagando.
Soriano agregó que ella no vendía estupefacientes, sino que para eso le pagaba a "un bolitero" que llevaba la droga a quienes la solictibana forma "express" y que también la comercializaba en las calles de Hato Mayor.
Sostuvo que cuando intentó interponer una querella contra los agentes que la extorsionaban y la amenazaban el fiscal Winter Rodríguez la hizo esperar y no se dieron los pasos para que ella la pudiera hacer.
Lamentó que la Procuraduría General de la República no se haya acercado a ella para profundizar su denuncia. Reiteró que tanto ella como su esposo temen por sus vidas y en ese sentido pidió protección por parte de las autoridades.
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