HATO
MAYOR.- Excelentes plantaciones de lechosas se
levantan en algunas ciudades del Este del país, cuya producción tiene un
mercado seguro en hoteles turísticos y supermercados.
El
cultivo de la papaya o lechosa en la zona Este inició en el primer quinquenio
de la década de 1980, cuando el hacendado y productor de cacao Octavio Amparo
Astacio, habilitó unas 50 tareas al cultivo de esta fruto en la comunidad de
Doña Ana, provincia El Seibo.
El
cultivo de la fruta tropical se ha ido extendiendo desde entonces, a propósito
de que el microclima es favorable para su producción.
Su
cultivo se ha ido introduciendo progresivamente en poblaciones como Hato Mayor,
El Seibo, San Pedro de Macorís, Higüey y La Romana
Originaria
de América Central, concretamente de la zona de México, Perú y Costa Rica, esta
fruta que da unos exquisitos jugos, ya sea mezclado con leche o con agua, es
utilizada para la preparación de jugos en hogares, hoteles o comerla
directamente como aperitivo para dieta.
De
entre todas las variedades comerciales existentes destacan las variedades
Sunrise Solo, Bluestem, Graham, Betty, Fairchild y Rissimee.
Denominada
como árbol de la salud, la lechosa se cultiva con mayor notoriedad en Hato
Mayor y El Seibo, donde se estima hay más de 3 mil tareas dedicadas a su
cultivo, que genera manos de obras agrícolas, ya sea para la siembra o para la
recolección del fruto.
El
ministerio de Agricultura estima en 106 los pequeños y medianos productores de
lechosa en la zona Este.
El
árbol es muy productivo y de relativa poca altura dónde (casi) en su punto más
alto crecen estos frutos y en grandes cantidades, justo después de que se
deshoje de forma natural.
Entre
los mayores cultivadores están Lilí Polanco, Kelvin Peguero establecidos en las
comunidades de Guayabo Dulce y Paso
Cibao.
PROPIEDADES
Sus
propiedades beneficiosas han sido reconocidas y supervisadas por cientos de
científicos y espero que cojáis un boli para apuntar al menos las siguientes.
Veréis, la papaya es buena para el estreñimiento por su efecto laxante y unas
fibras de alta calidad.
Gracias
al retininol (o vitamina A) la papaya ayuda a la melanina de la piel a adquirir
entre otras cosas ese famoso bronceado de calidad mientras combate
demostradamente cuadros de eczemas y manchas cutáneas. Es además cicatrizante
(también antiulcerosa), digestiva (la famosa enzima proteolítica papaína),
anticancerígena (cáncer de estómago), fungicida (una de las pocas frutas que
desparasita), refuerza además el sistema inmunológico (con su vitamina C y los
folatos), es hidratante, ayuda a nuestros huesos (colágeno), es analgésica,
purgante, antiinflamatoria, poco calórica y rica en nutrientes. Es alcalina
(bueno para la sangre), suaviza cuadros hepáticos y es ideal para embarazadas
por ese alto contenido en ácido fólico, sales minerales y vitaminas. También
está recomendada para las personas celíacas (ayuda a digerir el gluten).
TONALIDADES
Su
color debe de ser amarillo más o menos uniforme, aunque con algunas tonalidades
verdes y naranjas.
Es
un cultivo tradicional en toda la extensión del país, aunque siempre ha
predominado su siembra comercial en la provincia Peravia.
PLAGAS
Y ENFERMEDADES
Las
plagas y enfermedades han estado presente en este cultivo desde los años 80,
enfrentando los agricultores el Ditiorton ring pot y el Bunchy top, ambas
producidas por virus.
Tito
Pozo, agrónomo extensionista, del ministerio de Agricultura en Hato Mayor,
recomendaba a los productores mantener un control estricto de los insectos
vectores como el Nezara virídula (Chinche hiede vivo) y los diferentes áfidos.
Los
virus logran penetrar en las semillas de la lechosa durante la formación del
fruto y la semilla.
Explica
que cuando se siembra una plantación es muy probable que desde ese momento los
virus ya están presentes y por más que se controlen los insectos vectores, al
momento de la floración o antes, se podrán observar los síntomas de la
enfermedad.
Para
enfrentar los virus, los cultivadores han optado por plantas resistentes a los
virus, para lo cual han logrado el cruce con especies silvestres de lechosas
con resistencia a los virus, las cuales se producen abiertamente en
plantaciones de cacao y café en El Seibo, Hato Mayor, El Valle, Sabana de la
Mar e Higüey.
Las
exigencias alimenticias de una población humana en crecimiento y las garantías
de los mercados, principalmente en la zona turística de Higuey, han permitido
un incremento en el cultivo de la lechosa.
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