México.- La fuga Joaquín “El Chapo” Guzmán, de 60 años, debilita la seguridad del país y la imagen de las instituciones, comenzando por la del presidente Enrique Peña Nieto y con énfasis en la de procuración de justicia y combate a la corrupción, advirtieron analistas de seguridad pública y activistas sociales.
De entrada, anticipa “una lucha sangrienta” en los próximos meses por el control de la ruta del Pacífico por el tráfico de droga que disputará con el cártel Jalisco Nueva Generación que se empoderó durante los 16 meses en que el narcotraficante estuvo preso por segunda ocasión hasta su fuga a través de un túnel durante la noche del sábado.
“Va a haber guerra”, observó José Reveles, autor del libro “El Chapo, entrega y traición” en entrevista con este diario en la que observó que la disputa será principalmente en los estados del Pacífico norte, desde Jalisco a Baja California.
El analista de seguridad también prevé ajustes de cuentas al interior del cártel de Sinaloa, que dirigió Guzmán hasta su recaptura en el puerto de Mazatlán -en febrero de 2014- después de 13 años como prófugo de la justicia desde que escapó por primera vez del penal de Máxima seguridad de Jalisco en un carrito de lavandería.
“Al Chapo lo obligó a entregarse la DEA (Agencia Federal Antidrogas de Estados Unidos) que le sacó información como colaborador a Vicente Zambada Niebla “El Mayito”, hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, quien asumió el mando del cártel de Sinaloa en estos tiempos y ahora El Chapo buscará retomar el control”.
El politólogo Mario Campos observó que Guzmán Loaera tiene el poder económico para moverse nuevamente a sus anchas y retomar el control. “El problema es que no hubo persecución de la estructura financiera, no se supo nunca se atacara seriamente, y, por tanto, tenía recursos para hacer lo que hizo hasta fugarse… ¡sin dinero es imposible hablar de una fuga con esa naturaleza!”, dijo.
Lea también: "Los memes" tras la fuga de "El Chapo"
Desde el año 2009 y durante cuatro años, la revista Forbes catalogó a “El Chapo”, oriundo de La Tuna, una minúscula provincia del estado de Sinaloa (noroeste), e hijo de campesinos, como uno de los hombres más ricos del planeta con una fortuna valuada en tanto procedente de sus actividades ilícitas en el tráfico de drogas.
“Lo que debe desencadenar esta segunda fuga es un cambio en México de una vez por todas, un cambio que acepte que la corrupción afecta a todos los niveles, desde los más pequeños hasta los más grandes porque no se explica esta fuga sin este ingrediente”, opino María Elena Moreira, directora de la organización Causa en Común en entrevista radiofónica. “Ya no puede seguir simulando”.
La madrugada de este domingo la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó que el narcotraficante más buscado del mundo hasta el 2013 volvió a fugarse de un penal de Alta Seguridad.
Ubicado en el Estado de México, El Altiplano, era considerada la cárcel más segura del país, de la que nadie había logrado escapar por estar vigilada día y noche con videocámaras hasta en los rincones más íntimos, según quejas y descripciones de los propios internos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario