Hay
plantas cuyos frutos no deberías comer, porque si lo haces vomitarás
hasta que tu cuerpo se deshidrate del todo.
Y
otras te quemarán la piel con solo rozarlas.
En
2014 el jardinero de una casa de campo de Reino Unido falleció en
circunstancias misteriosas, después de que varios de sus órganos
fallaran.
La
causa de su muerte sigue sin estar clara, pero una evidencia recogida
durante la investigación señala que pudo haber fallecido a causa de
una popular planta de la familia de los ranúnculos.
La
flor de la planta en cuestión, Aconitum, recuerda a la capucha de un
monje y hay quien lo llama así.
Pero
también se la conoce por otros nombres más siniestros: Casco del
diablo o Reina de los venenos.
Y
es que una de las sustancias que contiene ralentiza el corazón y
puede terminar matando a la víctima.
Por
ello, la Aconitum se encuentra entre las plantas más mortíferas del
mundo.
WILDLIFE GmbHAlamy
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La flor de la Aconitum contiene una sustancia que ralentiza el corazón y puede terminar matando a la víctima.
Su
parte más venenosa son las raíces, aunque las hojas tampoco son
inofensivas.
Tanto
unas como otras contienen una neurotoxina que puede ser absorbida a
través de la piel.
Si
tocas la planta, los primeros síntomas de intoxicación serán el
hormigueo y el entumecimiento.
Y
en caso de ingestión presentarás vómitos severos y diarrea.
En
2010, la ciudadana británica Lakhvir Singh fue condenada a prisión
por matar a su amante con un curry que había rociado antes con la
sustancia que trajo de India.
Pero
no todos los casos son tan desafortunados.
De
acuerdo al experto John Robertson, el exdirector del jardín venenoso
de Alnwick, Reino Unido, los
vómitos permiten que los afectados por esta planta sigan con vida.
"He
hablado con gente que comió la planta y sobrevivió", dice
Robertson.
"Una
pareja la había plantado para que su jardín luciera más bonito, y
cuando la mujer salió a recoger hojas para la ensalada, sin querer
tomó algunas de Aconitum", recuerda.
"Fueron
24 horas muy malas para ambos, pero sobrevivieron".
El perejil gigante
La
teoría más popular es que las planta
s desarrollaron las toxinas como mecanismo de defensa.
Nigel Cattlin Alamy
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El perejil gigante puede causar una irritación extrema en la piel.
Algunas
especies tienen componentes tóxicos para combatir las plagas de
insectos pero también pueden ser perjudiciales para animales
grandes.
En
algunos casos, los químicos de ciertas plantas entran en contacto
con la piel humana y después reaccionan ante la luz del sol,
produciendo quemaduras.
Se
debe a un fenómeno llamado fototoxicidad.
Es
lo que ocurre, por ejemplo, con el perejil gigante (Heracleum
mantegazzianum).
Quizá
es la que tiene la peor reputación, pero otras especies más
conocidas, como la planta de la zanahoria o el apio también pueden
provocar ampollas.
La manzanita de la muerte
En
esta lista de variedades intocables hay una que ostenta el dudoso
honor de ser conocida como "el
árbol más peligroso del mundo".
El
manzanillo (Hippomane mancinella) crece desde el norte de Sudamérica
hasta la región de Everglades en Florida, Estados Unidos, así como
a lo largo y ancho del Caribe.
Y
en algunos lugares suele señalizarse con una cruz roja, a modo de
advertencia.
La
savia lechosa que produce este árbol contiene un poderoso irritante:
el forbol.
Así
que el mero hecho de rozarla puede dejarte con la piel escaldada.
Guarecerse
bajo el manzanillo durante una tormenta tropical también puede ser
peligroso, porque incluso diluida, la savia produce una erupción
cutánea extrema.
Y
quemar el árbol tampoco es una buena idea.
El
humo generado puede producir ceguera temporal y causar problemas
respiratorios significativos.
Aun
así, aunque sus efectos son desagradables, el contacto con esta
planta tropical no te matará.
El
peligro real reside en la ingesta de su pequeño y redondo fruto.
Por
algo se le dice también Manzanillo de la Muerte.
Comerlo
puede ser letal cuando los vómitos severos y la diarrea deshidratan
el cuerpo hasta un punto de no retorno.
Más ricina que ricino
Pero
además del manzanillo, hay más plantas que no deberían traspasar
tus labios.
La
Ricinus communis es una de ellas.
Este
arbusto es apreciado para los jardines de verano, ya que añade un
toque de color con su follaje entre verde y púrpura. Además tiene
unas vistosas hojas en forma de palma y unas distintivas semillas
puntiagudas.
El
aceite de ricino, de sobra conocido por aquellos que necesitan
limpiar sus intestinos con urgencia, se produce a partir de las
semillas de esta planta.
Pero
una vez se haya extraído el aceite laxante de las semillas de color
marrón moteado, lo que queda en ellas es un poderoso cóctel de
toxinas: la ricina.
Esta
sustancia mata al interferir en el metabolismo celular, el proceso
químico básico necesario para sostener la vida.
Así,
al bloquear la creación esencial de proteínas, las células acaban
muriendo.
Como
consecuencia las víctimas sufren vómitos, diarrea y convulsiones
durante una semana antes de morir a causa del fallo de varios
órganos.
La
leyenda de este veneno se ha consolidado con su presencia en la
cultura pop, desde la novela de la escritora británica Agatha
Christie The House of Lurking Death (traducido como La muerte al
acecho) hasta series de televisión contemporáneas, como Breaking
Bad.
Pero
si es tan peligrosa, ¿cómo es posible que esta especie se pueda
plantar libremente en los jardines?
"Existe
una diferencia entre lo venenoso y lo nocivo. Se puede decir cuál es
la planta más venenosa con bastante facilidad, en teoría fijándote
en sus toxinas y en lo que éstas pueden llegar a hacer",
dice Robertson.
"Pero
establecer que es nociva o no tiene que ver con las probabilidades de
que alguien la ingiera, la facilidad que exista para administrarla,
etcétera".
La
cascara de las semillas de ricino es suficientemente dura como para
que pase a través del sistema digestivo sin causar un daño fatal.
Para
que la dosis sea letal en adultos, estos deberían masticar y tragar
cinco semillas de ricino.
Pero
en el caso de los niños puede que una sea suficiente.
La
ricina es más potente cuando es pura y se inyecta.
Esa
fue la causa de la muerte del disidente búlgaro Georgi Markov en
Reino Unido en 1978.
Markov,
periodista del servicio mundial de la BBC y un duro crítico del
régimen comunista, murió después de que le inyectaran ricino
mientras esperaba en una parada de autobús en Londres.
El
asesinato sigue sin esclarecerse, pero se cree que el servicio
secreto búlgaro y la KGB estuvieron detrás.
Collares y pulseras tóxicas
La
abrina, como la ricina, es una proteína inactivadora de ribosomas
(RIP).
Un aviso para mantenerse alejado del manzanillo. El conocimiento de las plantas peligrosas podría salvarte la vida.
Se
encuenta en las rojas y brillantes semillas de la Abrus precatorius.
Esta
planta crece en regiones tropicales y los lugareños suelen llevar
sus semillas en collares y pulseras, y las usan para adornar sus
instrumentos.
Es
similar a la ricina, pero más poderosa cuando está en su forma más
pura.
Aunque
la cáscara de las semillas también es lo suficientemente dura como
para que las toxinas no puedan ser absorbidas por el cuerpo.
Y
en el caso de que ingiera el polvo de semillas, con un rápido
tratamiento médico la víctima puede recuperarse por completo.
Afortunadamente,
las muertes por plantas tóxicas son bastante inusuales en la era de
la medicina moderna, sobre todo gracias a los diagnósticos rápidos
y a la atención inmediata.
Además,
muchas de las toxinas derivadas de estas especies tienen que ser
purificadas para ser letales.
Así
que puede que las plantas no estén ahí para hacerte daño, pero
saber cómo va creciendo tu jardín podría salvarte la vida.
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