martes, 22 de septiembre de 2015

Recordando al ciclón Georges en Hato Mayor

Así quedó destruido el parque central "mercedes de la Rochas" con los vientos del huracán Georges

MANUEL ANTONIO VEGA

HATO MAYOR.- El lunes 22 de septiembre del año 1998, en medio de la celebración de las fiestas patronales en honor a la Virgen de Las Mercedes, la furia devastadora del ciclón Georges asoló la ciudad de Hato Mayor, dejando un saldo de tres víctimas, heridos e incalculables pérdidas de bienes.
Después que la provincia de Hato Mayor fuera destruida por el fenomeno natural, a muchos hatomayorenses aún no le ha llegado la “Diosa de la Suerte” para que el gobierno le arregles sus casas, mientras que otros se les ponen los pelos de puntas al recordar ese histórico acontecimiento que cambió hasta la forma de vivir en esta ciudad.
En fracciones de segundos, el pánico y el terror se apoderó de los más de 80 mil habitantes de la provincia y un panorama desolador, causado por los furiosos vientos huracanados, sembró el caos más espantoso vivido en las últimas seis décadas por los hatomayorenses.
La fuerza axiomática de los vientos del terrible huracán aún se desconoce, en vista de que nuestra provincia no cuenta con los equipos meteorológicos para medir este tipo de fenómeno.
Escasas  viviendas de madera y zinc quedaron paradas y los vientos actuaron con crudeza  y pravedad en contra de la producción agrícola, derribando árboles maderables y frutales y por consiguiente diezmando la economía en la provincia.
Al ciclón George le siguió el rumor de un maremoto, que obligó a los parroquianos amanecer en las calles en busca de información, mientras otros se fueron a los templos religiosos a rezar. La energía eléctrica y el teléfono fueron servicios interrumpidos por Georges.

Los ríos se desbordaron y varios puentes que dan acceso a la ciudad y comunidades rurales fueron averiados por las turbulentas aguas. Más del 80 por ciento de las viviendas fueron afectadas por los vientos huracanados, que despegaban zinc y madera y ponía a volar.
Tan pronto ocurrió la tragedia natural, el gobierno y la comunidad internacional iniciaron el envío de ayuda económica, ropas, comidas y materiales de construcción como zinc, clavos, maderas, pero muchas de estas ayudas no llegaron a su destino, fueron hurtadas, robadas y vendidas a negocios establecidos en esta ciudad y otras de la región Este.

Muchos funcionarios hicieron riqueza con el dolor del pueblo.

Los países solidarios con República Dominicana fueron España, Estados Unidos, Cuba, Puerto Rico, Venezuela y otros donde residen hatomayorenses, que buscaron y gestionaron cuanto pudieron para enviarlo hasta acá.
A casi diez años del devastador meteoro más de 500 familias pasan las de Caín como damnificados en los proyectos habitacionales de Hato Mayor y Sabana de la Mar.
Las víctimas del ciclón Georges fueron el hacendado Fello Santini, quien decidió quedarse en su casa campestre de la sección Don López y fue aplastado por una pared que cedió a los vientos del fenómeno atmosférico y el nacional haitiano Miguel Yan que falleció en el municipio de El Valle, donde los vientos destruyeron las plantaciones de palma africana, cítrico y rubros agrícolas.
Los barrios más afectados con la presencia de George en Hato Mayor fueron Villa Ortega, Ondina, La China, Villa Navarro, Las Malvinas, Villa Canto, Punta de Garza, Los Cocos, Gualey, Las Javillas y otros donde los vientos actuaron sin piedad y miramientos.

Mata Palacio, Guayabo Dulce, Las Palmillas, Yerba Buena, Las Claras, Bejucal, La Mora, Casa Colorá, Monte Coca, Las Pajas, Morquecho, Jalonga, La Sierra, Capote, Rancho Cosme, Manchado, Los Jíbaros, Doña Ana, Santana, El Cercadito, Paso Cibao, San Valerio, El Coco, Los Vásquez, Moña Gorry, entre otras fueron las más afectadas con el del fenómeno natural, que destruyó el 80 por cientos de las casas de maderas y devastó las plantaciones agrícolas.
Una profunda escasez de dinero siguió golpeando a los residentes de Hato Mayor, que se sentían impotentes a enfrentar la situación que de manera individual y en general dejó el ciclón  a su paso.
El parque municipal “Mercedes de la Rocha” fue destruido por los vientos, que además hicieron volar algunas planchuelas de la parroquia Las Mercedes.
El río Maguá se salió de su cauce y tomó la calle San Esteban, impidiendo el acceso de transeúntes y vehículos hacia las comunidades de Yerba Buena y Pringamosa.
En las calles de la ciudad y los campos se veían escenas desgarradoras y espeluznantes, como madres con niños llorando, mujeres y hombres casi desnudo, porque los vientos y las lluvias extrañaron sus ropas. La comida escaseó y la especulación hizo presa de los habitantes de la ciudad.
Los canales que cruzan los barrios Ondina, Villa Canto, Las Guamas, Media Chiva, Plata Bella y desemboca al arroyo Paña-Paña se desbordó y arrastró consigo ajuares de las viviendas en sus riberas. Viviendas construidas a principio y mediado del siglo XX fueron derribadas por los vientos, que en momento parecían retirarse, pero que luego regresaban con mayor intensidad. El ojo del ciclón pasó como a la 1:00 P.M., pero la gente amaneció en la calle.
El martilleo de clavo sobre el zinc de viviendas todavía no ha cesado en Hato Mayor, después que  pasó el fenómeno atmosférico. Las montañas que circundan la ciudad y los bosques fueron pelados, parecían como si le hubiesen pasado una rastra o una tijera. Sencillamente quedaron calvas.
El edificio que alojó la procesadora de jugo Procotric fue destruido y afectado quedó la empacadora de china de la compañía Barceló Salas.
El gobierno de Leonel Fernández  construyó decenas de viviendas en barrios y comunidades rurales tras el paso de Georges, pero en ocasiones se denunció que con las construcciones sólo se benefició a cuadros y miembros del PLD.
La República Dominicana ha sido afectada por otros ciclones también devastadores, como fue el San Zenón que solo asoló la capital el 3 de septiembre de 1930; CATIE, en 1955; Edith, en 1963; Inés, en 1966; Beaulah, en 1967; David, en 1978; Emely 1987; Hortense, 1996 y Jeanne en el 2004. Este también afectó seriamente la ciudad y destruyó los cultivos en toda la región Este
Georges afectó las seis provincias que integran la región Este, y donde aún hay familias damnificadas.
La magnitud de los daños del huracán Georges serán recordados siempre por los hatomayorenses que vivieron momentos de penurias tras el paso del fenómeno natural.
El ciclo productivo fue cambiado por el fenómeno, como es el caso de los mangos que sólo hacían cosecha una sola vez al año y ahora se ve mango a principio y fin de año, entre otros rubros y frutas.

Muertes y destrucción de Georges

Al menos tres personas resultaron muertas, 73 heridas y cuatro están desaparecidas, y cuantiosos daños a la agricultura y a la propiedad pública y privada, son parte de los daños ocasionados por el paso del huracán Georges por esta provincia.
Los informes preliminares daban cuenta de que los fuertes vientos del meteoro destruyeron alrededor de cinco mil viviendas en la provincia y dejaron cerca de 12 mil personas refugiadas.
 Decenas de comunidades quedaron incomunicadas, el tránsito de esta ciudad con El Seibo quedó totalmente nulo, debido a que los vientos y crecidas de ríos y arroyos destruyeron puentes y derribaron miles de árboles en las vías de accesos.
Más de 600 millones de pesos en pérdidas dejó Georges  en por lo menos dos proyectos de cítricos, de palma africana y uno de flores, establecidos en la provincia de Hato Mayor.
Más de 40 centros educativos resultaron totalmente destruidos, las seis naves de la zona franca industrial de aquí, también fueron arrasadas, mientras que la producción de quesos quedó afectada, debido a que los fuertes vientos del huracán dañaron parte de las instalaciones de la fábrica de “Queso Hatuey, y Patrón de Oro”.
Las Víctimas son Rafael Santini, de 70 años de edad, Guillermo Carrasco, de 58 años, y Salvador Rodríguez. Asimismo seis clínicas rurales fueron afectadas y unos 15 proyectos agrícolas de la Reforma Agraria fueron devastados.
Los locales de los partidos políticos quedaron totalmente destruidos, el local de la Iglesia Católica al igual que otros templos religiosos sufrieron serias averías.
 Los barrios Villa Ortega, La Malvinas, Villa Alfonseca, La Chica, Los Cocos, Punta de Garza y Las Toronja fueron inundados por las aguas; en El Valle  quedaron en pie pocas viviendas.
Desde Sabana de la Mar el diputado Rolando Pimentel Baralt, reportó que más del 90 por ciento de las viviendas resultaron averiadas y el puente que da acceso al parque nacional de Los Haitises fue destruido por las aguas del río Yabón. En este municipio hay cientos de refugiados, quienes están pasando todas clases de penurias donde están albergados.
Tras el paso de Georges por esta provincia, hombres armados y haciéndose pasar por supuestos militares  se han dedicaron al robo en establecimientos comerciales y en fincas privadas. Estas bandas armadas recorrían las fincas en Hato Mayor, El Seibo e Higüey, donde matan y descuartizan las reses. Estos hechos delictivos se cometían en horas de la noche. 

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