HATO MAYOR.- La práctica de
religiosidad popular o brujería, como se le denomina, perdió con la muerte de
Juan Palmero, a uno de sus mayores exponentes en Hato Mayor.
Juan Palmero murió, luego de
padecer un largo quebrantos de salud, que postró en cama en el sector Ondina,
de esta ciudad.
Era propietario de la Botica Jua
Palmero, que operó por muchos tiempos en el Mercado Municipal.
Se caracterizó por la celebración
de la velación con sonada de atabales anual, a la cual asistían cientos de devotos
de esta práctica mágico-religiosa.
Para la velación llegó a construir
una ermita o enramada, donde cada año se
realizaba un reinado con devotos de San Miguel.
Será sepultado este viernes en el
Cementerio Municipal de Hato Mayor.
Estas velaciones, donde se
sacrificaban animales como chivos, gallinas y vacas, alcanzaron mayor
notoriedad en las décadas de1980, 1990 y la del 2000, donde muchas féminas
aprovechaban para escabullirse con sus novios y chulos.
Era el máximo exponente de la
religiosidad popular en Hato Mayor, cultura que penetró con la fundación misma
del Ejido en 1520.
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