SABANA DE LA MAR.- Cobijas y
protectores de las costas en tiempos de
huracanes, los manglares que bordean las bahías de San Lorenzo y la de Samaná,
se han convertido en verdadero atractivo para turistas y vacacionistas que
visitan el emblemático parque Nacional Los Haitises.
Es que la belleza y el encanto
natural que bordea al costero municipio de Sabana de la Mar es uniforme con la
formación de los manglares, de donde se
puede practicar el orniturismo, por la diversidad de vida silvestre, que
cohabitan en la zona.
Los mangles de la variedad roja,
levantado en las riberas del río Caño Hondo, convierten la zona en una
verdadera carretera acuática-ecológica, que advierten que se está llegando a la
Bahía San Lorenzo.
Los arbustos costeros se hacen
también atractivos cuando se llega a la bahía San Lorenzo, reservorio de una
rica y acentuada fauna y flora, que atraen a turistas y que permiten ser un
centro de producción de peces, moluscos,
mamíferos y crustáceos para alimentación humana.
Visto desde que se zarpa en el
embarcadero del río Jibales, en Caño Hondo, a unos 9 kilómetros al norte del costero
municipio, los manglares, con sus retorcidas y encorvadas raíces, hacen único
el lugar en el mundo, que bien administrado por los ministerios de Medio
Ambiente y Turismo, sería una zona de completa atracción en la explotación del
ecoturismo en el Este.
La impresión que recibe quienes
hacen la excursión a Los Haitises, es que se está corriendo por una carretera
acuática-ecológica, donde los leños de
mangles parecen te quieren atrapar y el volar de aves te obligan a tomar
cámara.
Es que esta espesura de bosque
marino, guarda en sus aguas y enredaderas, una de la más rica fauna y flora de
la República Dominicana.
Los retorcidos árboles van
formando a especie de cuevas, que se convierten en reservorios y hábitat de
crustáceos y peces, muchos en peligro de extinción.
Son ya una razón que lleva a que
turistas e investigadores de la biodiversidad se interesen por conocer este
bosque costero, que cubre unos 10 kilómetros de extensión desde la bahía San
Lorenzo hasta la desembocadura del río Yabón, frente a la bahía de Samaná.
Los manglares se tienen como un escudo
heráldico, que protegen las costas de las aguas marinas y al mar de la
contaminación y la sedimentación que producen las escorrentías de las aguas que
salen de las montañas del parque
Nacional Los Haitises.
A nivel mundial los manglares
ocupan aproximadamente 16,530, 000 hectáreas de los cuales 5,831,000 hectáreas
son en América Latina y el Caribe, o sea 35.3% del área total y de estas las
mayores extensiones se encuentran en Brasil y México.
Los mangles de Sabana de la Mar son, según
expertos ambientalistas, un criaderos de mamíferos, entre el que se resalta el
manatí, que aprovecho para denunciar que están siendo capturados por pescaderos
de Sánchez que incursionan en la Bahía San Lorenzo.
El valor económico y ecológico es
invaluable, pero se estima que la mayoría del cangrejo capturado en la región
Este es producido en los mangles de Sabana de la Mar.
Luis López Calcaño, Encargado de
Los Haitises por la parte Este, consideró los mangles de Sabana de la Mar como
el mayor y más importante criadero de cientos de especies de peces, moluscos,
mariscos y crustáceos.
Las hierbas marinas o arrecifes de
corales y sus larvas y juveniles se desarrollan de manera acentuada en las
raíces de los mangles, lo que asegura la
sustentabilidad de la industria pesquera en la zona, que en los últimos dos
quinquenios se ha ido organizando en este municipio de ricos y esplendorosos
recursos naturales.
MANGLES Y AVES
Las aves y nidos que se avistan
sobre las raíces y el maleable follaje que va cubriendo la espesura húmeda que
da a la bahía de San Lorenzo, son espectáculo único y digno de observar en la
parte oriental de la isla Hispaniola.
Los anidamientos son incontables,
pero el volar y trinar de aves te van diciendo del encanto que se vive en la
carretera acuática-ecológica del río Caño Hondo, que se abre al mar haciendo
navegable unos 4 kilómetros.
Los manglares atrapan sedimentos y
hojarascas entre sus raíces y se ha escrito que ayudan a rellenar y recobrar
terrenos con valor orgánico.
Recordamos que el mangle se
reproduce por estacas, extraídas de las torcidas raíces y entre Sabana de la
Mar y Samaná está el 40% de la producción nacional.
La morfología o configuración de
los manglares de Sabana de la Mar, son de los más importante, caracterizándose
por presentar topografía escabrosa, creando cerros y depresiones.
ALEGRÍA
Cuando la embarcación rompe el
agua para abrirse a la bahía de San Lorenzo, los cayos o islotes que se han
formado durante millones de años, te dan la impresión que llegaste a otro
mundo, donde el volar de las aves, te hacen sentir que se mesen a la par con
las olas del mar.
Para el que nunca ha ido a conocer
los mangles de Sabana de la Mar y las cavernas que se conservan en el litoral
costero y el parque nacional Los Haitises, es saber que llegó a un paraíso que
te remonta a la edad de piedra con su pintura rupestre.
Algunos islotes, siempre cubiertos
por mangles y otros árboles, son traspasados por cavernas, como la de San
Gabriel, donde la embarcación deja a los turistas al extremo norte, para
recogerlo por el lado sur, conociéndose una impresionante sala subterránea con
árboles que se trepan por sus paredes.
Los cayos son realmente
impresionantes visto desde el agua, y atrayente, cuando se está en las cavernas
que guardan y que tanto gusta, al turista para las poses fotográficas y filmes.
Sobre los cayos viven aves rapases
como el Alcatraz, Laura, Garza Blanca, Pelícano, Cuervo, Cuyaya o Cernícalo,
Paloma Turquesa y ya entre los arbustos
en un área escabrosa de Los Haitises se aprecian varios ejemplares del Gavilán
de la Hispaniola, ave gigante que está en peligro de extinción.
En la caverna conocida como Puerta
del Cielo se puede observar el afloramiento del río del mismo nombre, haciendo
del escenario un verdadero espectáculo de la naturaleza.
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