MANUEL ANOTNIO VEGA
SAN PEDRO DE MACORÍS.
Una madeja de supuestos actos de corrupción que se viene tejiendo desde hace
varios años con ventas irregulares de las tierras del Consejo Estatal del
Azúcar (CEA), habría sido lo que provocó la ira en José Rodríguez para matar a
tiros a los dos comunicadores de esta localidad, que habían sido comisionados
por el director del CEA, para resolver un impasse en la venta de unas 45
tareas, que luego fueron cedidas a otra persona.
Así lo dejan entrever
profesionales del derecho, actores sociales y familiares de José Rodríguez
(Joselito), el homicida-suicida, a quien la familia reconoce como una persona
bipolar.
Todo se habría
iniciado cuando José Rodríguez, asesino de los locutores
Leo Martínez y Luis
Manuel Medina, vendió una casa que por herencia tenía en el barrio Miramar,
para adquirir unas 45 tareas en el batey El Jagual, a unos cuatro kilómetros al
Este de esta ciudad.
Los locutores pasaron
a ser parte del problema, cuando el pasado mes de enero, el Día de los Santos
Reyes, José Rodríguez se presentó a la emisora en momentos que el director del
CEA, José Joaquín Domínguez Peña (Pepe), hablaba en el programa “Milenio
Caliente”, que producían Leo Martínez y Medina, buscando se resolviera la
entrega de la tierra pagada y no adjudicada.
Al salir del programa,
el director del CEA fue abordado por Joselito, y el funcionario comisionó a Leo
Martínez y Luis Manuel Medina a buscar a José
Rosario (Pin),
encargado de la Inmobiliaria del organismo en el Este para entregarle la
tierra.
Josy Rodríguez Pérez,
hermana de Joselito, y quien gozaba de la confianza y sabía de sus movimientos,
dijo que al vender la casa, fue al CEA y pagó el inicial, para apartar el
terreno anhelado.
La mujer lamentó la
muerte de los locutores, al tiempo de asegurar que
“los tres son
víctimas” de una mafia que opera en el CEA y en esta provincia.
“Él tenía sus vicios”,
pero “no era francotirador, no era militar, nunca fue deportado, trabajó como
taxista en New York y decidió establecerse aquí, donde puso un negocio de
pizzas, frente al malecón de San Pedro de Macorís. Mi hermano era un ermitaño,
una persona que siempre andaba solo”, significó.
Agregó: “Ninguna de
las tres sangres son culpables, sino víctimas de la mafia que opera de arriba a
abajo en el CEA, donde el presidente Danilo Medina tiene que poner los ojos”.
Los cuentos
Antes de ir a la
emisora y matar a tiros a los locutores, Joselito o Palmita, como también se le
conocía, habría llamado a Leo Martínez, “quien le dijo que bajara a la emisora
para que hablaran”.
La hermana de Joselito
siguió narrando que al llegar a la emisora, Leo le comunicó que se le iba a
devolver el dinero, informándole que la tierra se le había cedido a otra
persona que la había pagado en su totalidad por anticipado.
Esto habría molestado
a Rodríguez, quien habría gritado: “No quiero más cuentos, quiero mi tierra”.
La hermana argumentó
que la razón por la que José Rodríguez visitaba a
Leonidas Martínez “fue
porque él era abogado del CEA, y eran amigos. De hecho él (José Rodríguez) me
dijo a mí, me van a entregar mi tierra
y parece que me van a
dar unas mejores”. Y concluyó: “Mi hermano no se suicidó”.
“Lo que sí fue, que le
entregaron 200 mil pesos a él, a José Luis, el comunicador lo que fue es
víctima, porque la tierra de él la vendieron dos veces”.
Las declaraciones de
la hermana de José Rodríguez se produjeron en el
La sepultura
La Policía no permitió
que el ataúd fuera destapado, lo que, según la familia, es para ocultar cinco
impactos de balas.
El cuerpo fue
depositado desnudo en el ataúd, que era de poco valor y los presentes en el
sepelio llegaban a 22 personas, incluyendo policías y pocos miembros de la
prensa.
CEA ofrece su versión
de la venta
Ante las versiones de
que las muertes se produjeron por una transacción inmobiliaria con el Consejo
Estatal del Azúcar (CEA), la institución aclaró ayer que devolvió en enero
pasado a José Rodríguez el pago del 35 por ciento de inicial por la compra de
terrenos a la institución, tal y como este había solicitado en comunicación
dirigida en fecha 6 de octubre al director José Domínguez.
En nota de prensa se
explica que el CEA procedió a devolver mediante cheque 065582 a José Rodríguez
RD$119,000.00, que había pagado como inicial para la adquisición de terrenos en
la institución.
“Por lo que el CEA
aclara que no existe ninguna acción irregular en la relación del CEA con el
ciudadano Rodríguez”, resaltó la entidad, que según dice había presentado
varias ofertas de terrenos para ubicar a Rodríguez, las cuales este descartó,
por lo que optó por solicitar el reembolso del dinero.
El sepelio
La Policía no permitió
que el ataúd fuera destapado, lo que, según la familia, es para ocultar cinco
impactos de balas. Al cementerio solo acudieron ellos dos como parientes. El
cuerpo fue depositado desnudo en el ataúd, que era de poco valor, y los
presentes en el sepelio llegaban a 22 personas, incluyendo policías y pocos
miembros de la prensa.
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