TOMÁS VENTURA
MUNICIPIO DE BOCA CHICA. Unas treinta y seis lagunas creadas por los ríos, Brujuelas, Tosa y Caganche se encuentran en peligro de desaparecer, mientras a 15 de éstas solo les queda el cauce, debido a la deforestación en sus alrededores y la extracción desmedidas de agua subterránea de los ríos en mención, lo que ha provocado un avance desmedido de la cuña salina.
Según describe el ingeniero Gilberto Reynoso Sánchez, en el estudio “Contraste de la disponibilidad y demanda de agua por provincia”. Plantea que la extracciones de agua subterránea en el territorio nacional se estima entre 500 y 600 milímetro cúbico por habitantes. Asociado a la extracción de agua subterránea está el problema de la contaminación, principalmente el grave fenómeno de la salinización por penetración de la cuña marina. En la franja costera oriental la presencia de aguas salobres es relevante de manera casi continuada a una distancia de unas decenas de kilómetros de la costa.
La disponibilidad per cápita para el año 2015, resulta en promedio 2,395 milímetros por habitantes por año. Asimismo, se estima que, si se incorporan reducciones tanto por alteración de la calidad del agua, como por regulación natural, la disponibilidad promedio sería muy baja de 1,556 milímetros por habitantes por año.
Esta misma disponibilidad proyectada al año 2020, resulta en una dotación per cápita de 1,502 milímetros por habitantes por año, lo que situaría al país entre los de muy baja disponibilidad per cápita y con problemas de tensión hídrica de 1,000 a 1,670 milímetro por habitante por año.
De igual forma plantea el profesor Eleuterio Martínez que “todos los humedales, lagunas y zonas de inundación permanente del país, incluyendo al río Brujuleas, están protegidos por la Convención Ramsar y muy especialmente este conjunto de lagunas que forma parte del mismo sistema de humedales del río Ozama, aunque en época de estiaje, tiendan a tener cierta separación de flujo, al tratarse de dos unidades hídricas distintas”.
Coorabo toma medidas
En un recorrido realizado por técnicos de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Boca Chica (Coraabo), encabezado por el director ejecutivo de la institución gubernamental, ingeniero Fermín Brito Rincón, se observó estos ecosistemas de vida silvestre y reservas de agua de la zona.
“En la visitas a esos lugares, tomamos muestras de pozos en diferentes áreas y muestras de algunas lagunas para medir el avance en la actualidad de la cuña salina y de igual forma la posibilidad de presencia de agentes contaminantes, lo que nos permitirá tener datos concretos y tomar correctivos de lugar junto al Ministerio de Medio Ambiente”, consideró el funcionario.
Brito dijo que la Coraabo, busca la preservación de esos acuíferos naturales, viendo la necesidad de salvaguardar los mismos, ante el peligro eminente que acecha esos recursos tendentes a desaparecer por la falta de conciencia del hombre.
“Los hombres y mujeres que laboramos en esta institución estamos comprometidos con la preservación del ecosistema, los recursos naturales, el cuidado al medio ambiente y sobre todo, estamos empeñados en aumentar la foresta en el trayecto de los ríos Brujuelas, Tosa y Caganche”, expresó.
Asimismo, la Coorabo ha notificado a unas 126 empresas y entidades de este sector, a quienes les pide presentar los planos de construcción para verificar si en ellos están contemplados los sistemas de saneamiento adecuados, aquellos que no los contemplen se les harán recomendaciones y los que no obtemperen serán sancionados “drásticamente”.
Esta medida es parte de la jornada que lleva a cabo la entidad del agua, con mira a evitar más contaminación a los acuíferos naturales de la zona, ya que se descubrió que muchas de las empresas y complejos deportivos que se han instalado en la zona, no cuentan con un sistema sanitario adecuado y algunos descargan al subsuelo sus las aguas servidas.
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