MANUEL ANTONIO VEGA
HATO MAYOR.- Francisco Jiménez López, un adulto mayor, que su cédula dice que nació el 1 de enero del 1900, en el costero municipio de Sabana de la Mar, espera con ansiedad no se le apaguen la luz en los ojos sin antes conocer y tocar al presidente de la República de la República, Danilo Medina.
Nunca conoció a un presidente, pero anhela conocer al
primer mandatario, para plantearle sus necesidades y parpe lo mal que vive a sus
117 años.
Es un anciano que creció y vive en la pobreza
extrema.
La edad lo ha hecho un impedido físico y acortado la capacidad de escuchar con precisión.
A su centenaria edad de 117 años, el anciano aunque
está postrado en silla de rueda, en una casita construida con caña brava o
bambú, en el sector La Aviación, al Este del municipio, lee y escribe con excelente claridad y soltura.
Es considerado el hombre más longevo del costero
municipio, que contó que alcanzó esa edad “comiendo mucho pescado, carne de res
y víveres”.
¿Francisco, pero es usted el hombre más viejo de República
Dominicana ?. “Ah no, yo no sé no, pero si te aseguro que si me buscan uno más
viejo que yo en Sabana de la Mar, dejo de existir”.
Su cédula de identidad y electoral y un acta de nacimiento
desaliñada que guarda con celo, atestiguan
que tiene 117 años.
Es cuidado por su hermana de padre más pequeña, Santa
Jiménez, que asegura contar 74 años, quien está apelando a la sensibilidad de
las autoridades para ayudarlo con los gastos del pequeño hogar.
Contó que apenas realizó un tercer curso de
primaria en la escuela pública de la comunidad, por allá por el 1912, cuando
contaba 12 años de edad
Dijo que no le gustaba ir a fiestas, porque en su
época “se mataba gente y se peleaba por cualquier quítame esa paja”.
Los hermanos le construyeron una casita techada de
caña brava o bambú y cobijada con zinc viejos, con tantas rendijas, que cuando
apremia la lluvia, “escampa afuera y llueve adentro”.
Dijo haber procreado un hijo en su juventud, pero
que dejó de verlo a temprana edad y “no sé si habrá muerto”.
Aspira vivir aunque sea 20 años más, “pero sueño
ver y conocer a Danilo Medina, antes que se apague la luz de mis ojos”.
En su juventud gustaba muchos de la música típica y
cuando había una fiesta en Sabana de la Mar, dejaba la comida por el baile.
AL PRESIDENTE
“Si veo al presidente, Danilo, que yo voté dos
veces por el, le pediría que me arregle mi casita, cambie mi cama y ponga
sillas en mi casa, para cuando llegue visita, que no tengo”, dijo el añoso
hombre, que fue visitado por Diario Libre en Sabana de la Mar.
Y añade: “Si no es muchos pedir y no le sale caro
al presidente, le pido que me cambie el zinc de esta casita, porque cuando
duermo y llueve, me mojo”. “Y, si no es muchos y si es su gusto, que me cambie
la cama, que está sin patas y es vieja”.
Cuando el añoso hombre no tiene visita en su casa,
que son frecuentes, para escuchar de su sabiduría, entonces está siendo leyendo
la biblia y gusta leer al Profeta Ezequiel.
QUÉ COME
A sus 117 años, cinco meses y días de vida, don
Francisco Jiménez López, sigue alimentándose con pescado, carne de res, pollo,
arroz, habichuela y mangú de plátano.
Además les encanta el ñame, plátano frito, yautía. Nunca
deja su cervecita Martha Morena.
Las feligresías de las iglesias católica y evangélica,
lo visitan para aprender y escuchar los sabios consejos y estudiar la biblia.
Su hermana Santa Jiménez, dice que no deja un día
sin leer la biblia y que cuando la luz del sol es más intensa, intensifica la
lectura, “porque visualiza más las letras del sagrado libro”.
COSTUMBRES
Recuerda que cuando contaba los 18 años se vestía
el pantalón a media rodilla, con un ruedo virado, como la época colonial y el
arroz de comer había que majarlo en pilón.
Llegó a bailar con vitrola y picó, donde se reproducían
los disco para escuchar en público.
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