La Cepal, a través del
informe “Fortalecimiento de la cadena de valor de los lácteos en la República
Dominicana”, establece que esta realidad ocasiona un gran desequilibrio entre
las necesidades de venta de los productores y la demanda de abastecimiento de
la mediana y la gran industria nacional.
El estudio explica que el mejoramiento
de la ganadería bovina lechera del país ha tenido relativa falta de continuidad
en relación con el tipo de ganado más conveniente, lo que dificulta garantizar
una producción de calidad y sostenible.
Esto debido a que la mayor
parte de la producción de leche del país se sustenta en la ganadería familiar
(90%), constituida por pequeños ganaderos con menos de 50 cabezas de ganado, de
los cuales el 65.5% opera con menos de 10 cabezas, los mismos solo cuentan con
tecnología muy elemental en sus fincas para operar.
Según el documento de la
Cepal, el manejo del ganado es deficiente por la falta de capacitación de los
ganaderos e indica que existe cierto descuido en la rotación de potreros,
alimentación, separación de los animales y el manejo de becerros.
Destaca que la
edad promedio de los ganaderos es muy avanzada y los jóvenes no muestran
interés en la actividad, a pesar de que genera ingresos para las familias
rurales.
El informe evidencia que
los ganaderos del país no cuentan con bancos de forrajes y que es común el uso
de forrajes viejos no mejorados.
Afirma que algunos alimentan su ganado con
gallinaza (estiércol de gallina preparado para ser utilizado en la industria
ganadera o en la industria agropecuaria), lo cual se resalta que está prohibido
por la ley y es rechazado por las empresas procesadoras industriales.
El organismo internacional
señala los principales elementos que afectan la calidad de la leche de algunos
productores dentro de los que se cuentan la no observancia de las Buenas
Prácticas Ganaderas (BPG), el equipamiento deficiente, la falta de higiene de
las ubres y del personal, el almacenamiento de la leche en malas condiciones
hasta su entrega en los centros de acopio, la utilización de peróxido y la
falta de análisis bacteriano.
Asimismo, entre las causas
que afectan la calidad de la leche en algunos centros de acopio están la
irregularidad de horarios para la recepción del producto, la omisión de su
filtración a su llegada al centro, la omisión de la prueba de alcohol, el uso
de envases plásticos que favorecen la proliferación de microorganismos, entre
otros.
La Comisión Económica para
América Latina y el Caribe concluye su informe indicando que la cadena de valor
de los lácteos en el país enfrenta desafíos que necesitan ser resueltos en el
corto y mediano plazo para satisfacer la demanda nacional, potenciar la
incorporación de micro, pequeñas y medianas empresas, y mejorar la calidad de
la producción nacional.
De conseguirse, estos tres objetivos pueden generar un
escalamiento económico y social de la cadena en términos de empleo y de
creación de negocios para los principales actores.
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