MANUEL
ANTONIO VEGA
SAN
PEDRO DE MACORIS.- Francisco García, de 55 años, un mecánico de oficio, nunca imaginó que durmiendo en la madrugada, varias
balas perdidas, producto de una balacera que se originó frente a su casa de
Barrio Blanco, iba a arrancarle la vida y herir a un nieto.
“El
tiroteo habría sido escenificado por
integrantes de bandas de narcotraficantes, que son frecuentes en la zona de
Barrio Blanco”, dijo Pedro García, pariente de la víctima.
La
vivienda está construida de madera y zinc, lo que pudo facilitar que las balas
penetraran con facilidad al hogar y cayeran sobre el cuerpo del mecánico.
El
cadáver de García fue depositado en la morgue del Instituto Regional de
Patología Forense, a fin de practicarle una autopsia.
En
el lugar se dijo que un niño también habría resultado herido como consecuencia
de los disparos, el que fue llevado a la sala de emergencias del Hospital
Antonio Musa, pero no posible obtener su nombre.
Los
tiroteos en el barrio Blanco son constantes ya que en ese barrio de la ciudad
existe un gran tráfico de drogas y las bandas se enfrentan a diario por el
control en la venta y distribución de dorgas.
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