A mí que nadie me cuente.
Prefiero comprobar las cosas por mis propios medios. Y más cuando se trata de
asuntos políticos, donde más se aplica el dicho “nada es verdad ni es mentira,
todo depende del cristal con que se mira.”
¡Hago la aclaración porque,
aunque llevaba un tiempo considerable residiendo en Santo Domingo, por razones
meramente profesionales, nunca me he desconectado del acontecer, de mis
familiares, propiedades, amigos, ni he dejado de frecuentar mi pueblo natal,
Hato Mayor.
Hecha la aclaración, puedo
afirmar con propiedad que conocí y viví las administraciones municipales que ha
tenido la provincia desde hace más de tres décadas, desde Francisco Ramírez
Leguisamón, pasando por Isidro de Jesús Ramírez Jiménez, Juan Ortega Álvarez,
Manuel del Rosario, Ramón Colchón, Amado de la Cruz, Reynato de Jesús Cruz
Tineo y la naciente, con apenas 365 días, del joven Odalis Vega. El resto,
conocido por mi acervo histórico, recreado por Manuel Antonio Sosa Jiménez
(Bobby), Melchor Contín Aybar y Manuel Antonio Vega, principalmente. Y lo que
nunca dejo de lado, los testimonios de mis compueblanos.
En cada uno de estas
gestiones municipales Hato Mayor, como habría de esperarse, ha ido avanzando y
desarrollándose como ciudad, bendecida por el espíritu emprendedor,
hospitalario y el orgullo pueblerino que nos caracteriza. Es decir, cada
alcaldía ha aportado su granito de arena para construir una mejor provincia.
Fueron administraciones municipales reservadas a la honorabilidad,
principalmente de más de cincuenta años y no siempre fueron líderes reales,
sino administradores por coyuntura o conveniencia partidarista.
En el más reciente proceso
eleccionario, en nuestro Hato Mayor, se dio un fenómeno nunca antes vivido en
la profusa y dilatada historia municipal antes descrita, un jovencito con
apenas 28 años barrió con las preferencias electorales, apoyado principalmente
en una imagen nueva, un liderazgo fresco, de gestión instantánea, procedente de
una reputada y combativa familia hatomayorense y sobre todo, inspirada por los
desaciertos de sus antecesores.
Esa alcaldía hoy arriba a
sus primeros 365 días de gestión y, obvio, como hatomayorense fui invitado
formalmente a los actos protocolares de la llamada rendición de cuentas,
durante la cual, confirmamos, en discursos e imágenes, lo que ya habíamos visto
en las calles de nuestra ciudad: higiene y limpieza, un monumento, escuela
técnico vocacional, cementerio municipal remozado, calles y avenidas alumbradas
y señalizadas, remodelación y reconstrucción de viviendas, solución a problemas de aguas residuales, apoyo
económico a un sinnúmero de actividades deportivas, culturales y religiosas, lo
que dicho sea de paso, facilitó a este cabildo ingresar a la competitiva lista
de las diez mejores administraciones municipales.
Es que resulta innegable, en los últimos
meses, bajo la alcaldía de Odalis Vega, Hato Mayor ha experimentado cambios
estructurales muy positivos. Pero como, principalmente en la mezquindad y el
fanatismo de los intereses particulares, “la ignorancia es atrevida”, si
alguien osara negarlo la realidad lo desmentiría y el testimonio de nuestra
gente se encargaría de lapidarlos.
17 de agosto 2017
Me gustaria saber si le cambiaron el nombre a la provincia por Hato Mayo del Rey
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