Raymond Colón Suarez, de 10 años, estuvo a punto de morir luego de que un compañero de estudios de la escuela José María Reyes, en Bonao, le clavara la punta de su lápiz en la cabeza, causándole una herida que empeoró por no haberla confesado a sus padres.
Maritza Suárez, madre del niño, dijo que el médico que intervino de urgencia a su hijo le explicó que éste sobrevivió porque la punta no llegó a tocarle el cráneo, pero estuvo a pocos centímetros del mismo.
El niño, que reside en el paraje Arroyo Dulce del distrito Arroyo Toro de Bonao, duró cuatro días en un centro de salud, los cuales fueron de tortura para la madre, ya que el diagnóstico del menor era reservado.
El estudiante se encuentra en tratamiento en su casa y expresa que no entiende por qué su compañero lo agredió ya que él solo le brindó una sonrisa.
De su lado, los padres del niño agresor, se oponen a colaborar con los gastos médicos, al tiempo que no mostraron preocupación por lo ocurrido y cuándo el padre del niño herido fue a solicitarles ayuda, éstos les dijeron que no contaban con dinero y que se llevara al menor preso.
Vecinos de esa aislada comunidad de la provincia Monseñor Nouel aseguran que en esa escuela existe un descontrol con los estudiantes y que los maestros en lugar de corregir se quejan de que no pueden con la agresividad de muchos de los alumnos.
FUENTE/ Imágenes Dominicanas
Eso me recuerda cuando yo estudiaba en la bernardo pichardo paso algo así pero con un conpa
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