El hacendado Orlando Monegro cree que los finales del mundo están cerca, porque lo que pasó en su finca es inverosímil |
MANUEL
ANTONIO VEGA
EL
VALLE, Hato Mayor.- Orlando Monegro, un productor de coco no sale del asombro y
considera inverosímil que su plantación de cocos en el agrícola municipio de El
Valle, haya amanecido con un producto aplicado para enfrentar una plaga de ácaros,
sin que él lo ordenara, ya que “es imposible que eso se haga en un día, y sobre
todo en la noche”.
Monegro
considera que son cosas de los finales del mundo, “donde el señor se está
manifestando en cosas tangibles, porque se ve claramente que mano humana no
podía hacer eso”.
En una entrevista que le hiciera el fotografo profesional, Nilson Pérez, el asombrado agricultor, dijo
que pasó el día y la noche del domingo en su finca, pero que cuando se levantó
observó que la plantación completa, tenía aplicada el producto para controlar o
eliminar los ácaros.
“Quiero
saber cuándo, de qué forma o quién aplicó el producto, ya que es imposible una
persona pueda subirse en las puntas o follajes de cientos de matas de cocos en
hora de la noche”, dijo asombrado el hombre, que está pidiendo corra la prensa
internacional a ver lo que ocurrió en su finca.
Explica
que eso solo es posible en una ciudad moderna, donde existen grúas de altura, “pero
aquí no vienen grúas, y además se viera el suelo movido, todo está normal”.
Clamó
para que las iglesias evangélicas vayan a realizar cultos a su casa, “porque yo
solo creo en Dios y los evangelicos”.
Las
matas de cocos que están dañadas por Ácaros se curan poniéndoles jabón, sal, y ase
en una bolsita de tela en donde nacen las pencas, pero en esta ocasión narra el
Monegro que tenía casi un año sin aplicar ese producto, “para que ahora
aparezcan con la aplicación sin que yo la realizara ni ordenara”.
Las
fincas de cocos de Monegro se pruede apreciar, que todas las plantas con ácaros
tienen una bolsita con un polvo blanco con partículas azules y que él presume
es ase.
“Yo
quiero que me ayuden a traer expertos que me ayuden a descifrar o descubrir el
misterio, porque esa aplicación no la hice, ni ordené, y resulta imposible que
se haga en un día, con el sol afuera, mucho menos en horas de la noche”, como
asegura se hizo.
La
plantación de cocos del sepor Orlando Monegro, está ubicada a un kilómetros al
oeste de El Valle, por un camino accesible, que permite se llegue con
facilidad.
Sigue
narrando que se pasó el día y la noche del domingo en su finca, pero “cuando
nos levantamos, vimos algo inverosímil, tiene que venir la prensa
internacional, para ver lo que pasó aquí”.
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