HATO
MAYOR.-La nueva magistrada fiscal de Hato Mayor, Marleni Guante Barona, es una
persona dotada de una capacidad profesional incuestionable, pero tendrá que emplearse
a fondo, para que pueda desarrollar su trabajo dentro de la diafanidad,
claridad y pulcritud, para que su gestión no se vea empañada por la corrupción y
los escándalos que rodearon y que tuvo
que lidiar el pasado incúmbente.
Tiene
que erradicar la mala fama que han dado al ministerio público de Hato Mayor,
algunos de sus miembros, que han sido acusados hasta por vendedores de drogas
de prohijar y proteger a narcotraficantes.
Lo
mejor es no tener a su lado a lastres o estorbos sociales.
Hay
tareas que emprender, para sanear y quitar esa estigma que se tiene en la
población de que el Ministerio Público “se ha cualquierizado” en Hato Mayor.
Hay
quienes han evaluado, que con estos “estorbos” ahí, la nueva fiscal no podrá
hacer nada, para adecentar lo que en la calle se denuncia.
Marleni
Guante Barona, tiene que devolver o regresar la credibilidad y la moral a la
fiscalía, haciendo cambios estructurales y llevando acciones que enaltezcan su
buen nombre.
Tendrá
además que desarrollar políticas tendentes a erradicar la prostitución infantil,
sacar de las calles a niños pedigüeños, enfrentar el microtráfico, que ha
crecido de manera desorbitante en barrios y campos de Hato Mayor, El Valle y
Sabana de la Mar.
También
tendrá que enfrentar los ruidos en colmadones y coordinar acciones para la
contaminación sónica, que estos negocios producen en barrios y parte céntrica
de la ciudad.
Permitir
que la iglesia católica pueda desarrollar sus actividades, interrumpidas por
negocios, establecidos en las inmediaciones del parque Mercedes de la Rocha y
la parroquia Las Mercedes.
Enfrentar,
en coordinación con el cabildo de Hato Mayor del Rey, a quienes se han
apoderado de los espacios públicos, obligando a que peatones se expongan al
peligro, dejando de caminar por las aceras.
Es
una tarea de la nueva fiscal, impedir que la policía atropelle al pueblo pobre,
con redadas inconstitucionales.
Enfrentar
el porte ilegal de armas de fuegos, muchas amparadas en carnets de alcaldías,
en violación a la ley de armas que regula el porte y tenencias de armas.
Guante
Barona, debe llevarse el mérito de inscribirse en la historia, como la fiscal
que más va a enfrentar los ruidos innecesarios y la contaminación sónica.
Magistrada,
puede contar con nosotros, en la difusión de su ejecutoria, siempre y cuando lo
haga apegado a las leyes y la Constitución de la República.
No
debe permitir que se negocie con los presos procesados en los tribunales
locales por múltiples delitos, que son retenidos de manera extraña en el
cuartel de la 40ta Compañía de la Policía Nacional, a pesar de los jueces dar a conocer los dispositivos judiciales,
productos de sentencias en medidas de coerción y condena por crímenes,
violaciones, drogas y trata de blanca.
Abogamos
e imploramos, que no la nueva representante del Ministerio Público, no se deje
contaminar de los políticos del patio, que todo lo bueno lo quieren tocar, para
dañar.
Preparación
La
nueva fiscal es miembro de Carrera del Ministerio Publico desde el año 2016 y
en función desde el año 1999.
Egresada
del Programa de Capacitación Inicial (PCI) de la Escuela Nacional del
Ministerio Publico.
Es
licenciada en Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) con Maestría
Profesionalizarte en Función de Ministerio Publico (Pendiente de Tesis) de la
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Especialidad en Mediación
Familiar de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.
Realizó
Diplomados en Nuevo Código Procesal Penal Dominicano, en Gestión
Administrativa, de Trata y Tráfico de Personas, en Derecho Procesal Penal y en
Criminalidad Organizada. Cuenta con 19 años laborando en el Ministerio Público
y desde el 2008 a la fecha como Procuradora Fiscal de Niños, Niñas y
Adolescencia del Municipio de Boca Chica, Provincia Santo Domingo Este.
Fue
Fiscal actuante investigadora en el caso "Rancho Mar" que consistió́
en el desmantelamiento de un centro de prostitución infantil, logrando la
primera sentencia de trata de personas en la Provincia de Santo Domingo Este.
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