Por Gleny Robles
Una definición
clara de las redes sociales, encontrada en la Internet, es la siguiente: son
sitios de Internet formados por comunidades de individuos con intereses o
actividades en común (como amistad, parentesco, trabajo) y que permiten el
contacto entre estos, de manera que se puedan comunicar e intercambiar
información.
Ahora bien, se sabe
que las redes sociales van más allá, tanto así que afecta la autenticidad y
hasta la honestidad. La influencia del internet + celular + redes sociales es
evidente, por ejemplo: ya no se disfruta de un buen lugar o una buena compañía,
sino que se pierde el tiempo capturando a través del teléfono celular ese lugar
o a esa persona con la que se está en ese momento, quien vive las experiencias
en tiempo real es el celular, pues las personas al parecer están disfrutando
más ver la vida trascurrir a través de la cámara del celular, que con sus
propios ojos.
El objetivo
principal de la mayoría de las personas que hace vida en las redes sociales
está solo en mostrar y demostrar a los demás dónde y con quién están; dónde
compran y qué usan; se olvida vivir el momento y no es que se deje de capturar
los acontecimientos que son importantes en la vida de las personas, para
guardar esas fotos o videos y poder revivir esa vivencia cuando se vean, no, no
es eso; esa es una idea excelente y mejor aun cuando ya no es necesario pagar
por ese servicio a alguien particular, sino que gracias a los avances de la
tecnología se puede hacer con los famosos teléfonos inteligentes que hoy día
casi todas las personas poseen.
Es lamentable ver
tantos individuos que venden una imagen equivocada en las redes sociales,
evidenciando poseer o estar muy bien económicamente; tener hijos y parejas
perfectas, entre otras cosas. Si es así, excelente, maravilloso. El problema
radica en aquellos que dibujan un cuento de hadas, viviendo una mentira y esa
mentira los obliga a endeudarse ya que en las redes sociales no se demuestra
con palabras lo que alguien tiene y hace, sino con fotos y videos por lo que
lleva a las personas a ir a lugares caros y vestir prendas de marcas
reconocidas para mantener la imagen que han vendido, necesitando gran esfuerzo
económico y mental para lograrlo. En cuanto a la familia, en ocasiones se
obliga a los hijos y a las parejas a que mantengan x postura frente a los
demás, para que no se salga de ese esquema de familia perfecta, afectando lo
genuina que debe ser la relación familiar entre sus miembros.
Es diferente la
vida en las redes sociales cuando lo que se publica es coherente con la vida
que realmente se lleva, cuidando siempre esas informaciones personales y de
familia que deben permanecer privadas, ya que pueden comprometer su seguridad.
El mundo es una
aldea global, como lo planteo el filósofo canadiense Marshall McLuhan cuando ni
siquiera existían las redes sociales. Hoy se debe tener cuidado en cada paso
que se da y en cada cosa que se dice o publica, pues siempre, está la
posibilidad de que alguien lo capture; y no es que se esté incurriendo en actos
ilícitos, no, sino que la realidad sea manipulada con malas intenciones y luego
difundida a través de las redes sociales con posibilidad de llegar a tanta
gente y quién sabe hasta volverse viral, si le inyectan la dosis adecuada de
morbo. Aun sin tener constancia alguna de un hecho, los usuarios de las redes
sociales creen que tienen el poder de juzgar y condenar siempre y cuando no sea
a ellos o a sus familias.
Definitivamente el
desarrollo y el avance de la tecnología, a pasos gigantes, es un arma de doble
filo que en las manos equivocadas es mortal; los teléfonos inteligentes y las
redes sociales están ahí, dentro de esos avances.
Y como dicen por
ahí, las redes sociales alejan a los que están cerca y acerca a los que están
lejos
No hay comentarios:
Publicar un comentario