HATO MAYOR.-Esperanza Navarro es una humilde y noble mujer que tiene una forma peculiar de vender, lo que la convierte en toda una celebridad y atracción en su natal Hato Mayor.
Cada mañana, la señora de 78 años se auxilia del canto cuando le toca recorrer las calles de la ciudad para vender viandas y hojas para remedios caseros.
“Dice que mañana, y mañana que pasado, y con ese cuentecito me tiene desesperada, le llevo aguacate, aguacate maduro, le llevo aguacate mujeres”, va cantando casa por casa doña Esperanza, en barrios de Hato Mayor.
A cada fruto le canta una plena, que obliga a los vecinos a comprarle los frutos que con tanta peculiaridad pregona.
“Vendo, vendo..., aceite de tortuga, pa‛ lo viejos con arrugas, aceite de palma para el pelo, cepa de batata de burro pal´ resfriado y enfermedades venéreas..., vendo verduras, molondrones, perejil”, canta la mujer de melodiosa voz.
Es una cantora popular y es buscada para tocar y cantar en fiestas de atabales en barrios y campos de Hato Mayor y El Seibo.
Además, baila las sonadas de atabales, con movimientos llamativos y zapatazos al suelo.
Sus frases, muchas de ellas jocosas, hacen que la gente reconozca a la pregonera más conocida de la ciudad de Hato Mayor.
Doña Esperanza también se mantiene a la vanguardia. Antes que en el pueblo se hicieran popular los beneficios de la moringa, ya ella estaba recorriendo las calles ofreciendo el paquete de la hoja a 100 pesos.
Los residentes en Hato Mayor la quiere mucho, porque además es una extremista conversadora que cuenta historietas campesinas.
Su Imanen reprecenta la DOMINICAMIDAD que con su pregon nos recuerda a la mujer noble del campo DOMINICANO de una época que se fue.
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