Preso dos veces!

Preso dos veces!

Una acción indignante

Por Manuel Antonio Vega

Cristian Mejía (El Vico), es un errante del siglo XXI, que cometió el delito de robarse unas cuantas piñas en una finca de la comunidad de Mirador, en el distrito municipal Mata Palacio.

Fue apresado y escapó, al supuestamente romper los candados de la celda del cuartel policial de Morquecho, en el indicado distrito municipal.

Al día siguiente, ayer sábado, fue reapresado y trasladado a Hato Mayor.

 Un parte policial despachado por el Comando Sureste de la Policía, con asiento en San Pedro de Macorís, da

Cuenta que El Vico apenas había sustraídos varias unidades de piñas  y sorprendido por una multitud que les amarraron  y entregaron a las autoridades. 

Según el relato policial, El  Vico aprovechó que el agente de servicio asistiera a otras personas en dicha dotación  para de esa manera violentar los candados y emprender la fuga.

Aquí entro yo preguntando: ¿Cuántos candados tenía la celda donde estaba el reo? 

¿Qué objeto utilizó el infortunado hombre para romper los candados? 

Esta dos interrogantes deben ser respondida por la policía de Morquecho.

Sólo hacia falta que dijeran que rompió los candados con las manos, porque el hombre tiene fuerza superior a los mortales.

Ahora una foto, tomada por los propios policías de Morquecho, presenta a El Vico dentro de una celda, con dos candados y de ñapa esposado con los brazos detrás.

Estos es un abuso, coño...

Esto desdice muchos de la Policía Nacional, porque violenta el protocolo y la dignidad del detenido.

Los presos, son seres humanos, no animales  salvajes, para que se le trate de esta manera.

Qué derechos tienen las personas que están en la cárcel?

A la vida.

A la dignidad.

A la integridad personal, física, psíquica y moral.

A la igualdad de trato.

A peticionar ante las autoridades.

A la libertad de expresión, de conciencia y de religión.

A la defensa.

A no ser discriminadas.

Las personas privadas de libertad tienen derecho a que se respete su dignidad, a estudiar, trabajar, comunicarse y recibir visitas.

Ahí  es donde tienen que entrar a hacer su trabajo la Comisión y de los Derechos Humanos de la República Dominicana.

Es un abuso insoslayable, que se tenga a un preso esposado dentro de una celda, y que se hagan fotos para divulgarla a los medios de comunicación, como un logro de la policía haber reapresado al errante hombre.

Respetemos la dignidad de los detenidos, coño

Excusen el vocablo, pero estoy indignado.