domingo, 22 de agosto de 2021

Ministerio Público somete a esposo y a vigilante por muerte de Carolina en Bávaro

Manuel Antonio Vega

HIGÜEY.-El Ministerio Público decidió someter como sospechoso intelectual y como autor material del asesinato de Carolina Ureña Polanco a su esposo y  al encargado de seguridad del residencial, donde fue encontrada muerta con 31 estocadas en su anatomía la joven mujer en Bávaro.

Así lo confirmó a El Caribe Luis Amador, fiscal que lidera el caso, que ha llenado de indignación a la zona turística de Bávaro-Punta Cana.

Los sometidos, uno como autor material y el otro por sospecha de ser autor intelectual son  el seguridad del residencial, Yelfri Manuel de Jesús López Domínguez, 28 años, natural de Tamboril, en  Santiago de los  Caballeros y el esposo, Roberto Reyes Guzmán, de 54 años, apresado desde el primer día que fue hallado el cuerpo sin vida de Carolina Ureña Polanco, de 20 años.

El fiscal Luis Amador, dijo que tiene las pruebas suficientes, incluyendo vídeos, que comprometen penalmente al seguridad, Yelfri López Domínguez como la persona que subió y acuchilló repetidas veces el cuerpo de la joven mujer.


Explicó que el vigilante, quien apenas llevaba cuatro días laborando en el exclusivo residencial White Sands,  en la zona turística.

Significó que del empresario Roberto Reyes Guzmán se profundiza las Investigaciones para determinar si tiene algún grado de intelectualidad en el atroz caso que ha consternado a familiares y la sociedad de Bávaro y Punta Cana, por la forma brutal en que fue ejecutada la joven, que deja en la orfandad una niña de un año y siete meses, procreada con su pareja.

El representante del Ministerio Público, cree que Carolina cuando se vio acorralada por su atacante, llegó tomar un cuchillo, con el cual llegó a herir a Yelfri en su mano derecha, quien a su vez la atacó ingiriendo 31 estocadas y dando una herida profusa en el cuello de la joven mujer.

Medida de coerción

En la medida de coerción, fijada para el lunes a la 10:00 de la mañana, el Ministerio Público pedirá prisión preventiva y solicitará el caso sea declarado complejo, para ampliar el abanico investigativo, que deje debidamente esclarecido el hecho de sangre más espeluznante sucedido en aquella demarcación turística.

En el  caso, el Ministerio Público incrimina al seguridad Yelfri López Domínguez e investiga a la Roberto Reyes Guzmán, propietario de una tienda de artesanía en la zona turística.

La familia

 La familia dice tener sospechas legítimas de que el esposo de Carolina, Roberto Reyes Guzmán, sabes muchos de la muerte brutal de la joven, a quien supuestamente maltrataba y amenazaba con mata.r

 Nalda Polanco, madre  de la occisa , dijo que ella fue por su hija, porque ella había entrado en pánico por las amenazas y mal trato daba a su prole.

Asegura que su hija fue asesinada en hora de la mañana y que sospecha de Roberto Reyes Guzmán "porque él me llevó a su negocio, me dejò a allá y a más de una hora me llama para decirme había pasado una tragedia, va y me busca y cuando subo la encontré muerta en medio de un charco de sangre".

"Ella estaba muerta boca abajo, con sangre por todo lado y mi nieta dentro del corral durmiendo", relató a la prensa local, la atribulada mujer.

Manuel Ureña Brito, padre de la víctima, pidió se investigue al esposo, tras asegurar que le había hechos amenazas temerarias a su hija.

" El era muy celoso, ella no podía llamar a su familia, porque de una vez entendía estaba hablando con un hombre", explicó el progenitor  a la prensa.

Contradicciones

Entre los vertidos por los investigadores policiales y lo expresado por la pareja de Carolina hay contradicciones abismales, ya que el  esposo dijo a los investigadores que cuando salió del residencial dejó las llaves del apartamento al seguridad, mientras que la policía destaca en declaraciones a la prensa de Bávaro, que Roberto Reyes Guzmán dejó las llaves en un lugar visible, donde las habría tomado el vigilante para penetrar al apartamento.

"Dejé las llaves del apartamento al vigilante  y al retornar encontré en la garita de seguridad al encargado de mantenimiento y le pregunté por sus llaves, pero éste me dijo  que el seguridad lo había dejado ahí mientras iba al baño", llegó a narrarle a los investigadores.

Siguió narrando: " en ese momento llegó el seguridad, López Domínguez, con el polo shirt ensangrentado,  le  preguntó por las llaves y me dijo la había dejado en el baño del gimnasio, que iba a buscarla y no regresó".

Manuel Ureña Brito, padre de la víctima, pidió se investigue al esposo, tras asegurar que le había hechos amenazas temerarias a su hija.

 


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