El “Big Papi” es el cuarto criollo en Cooperstown
Solo 1.5% de los peloteros han llegado al Salón de la Fama
David Ortiz se une a Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero en el Salón de la Fama. (AP)
Dicen que la grandeza de la gente se mide por sus hechos y, si de hechos hablamos, David Ortiz hizo de sobra en sus 20 temporadas en Grandes Ligas.
Con 541 cuadrangulares de por vida y uno de los bateadores más prolíficos de la historia de la postemporada, Ortiz se encargó de romper la Maldición del Bambino junto a los Medias Rojas de Boston y no se conformó con eso sino que agregó dos campeonatos más en un período de nueve años para convertirse, además, en una de las figuras más queridas de todo el béisbol.
Por eso, en su primer año en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de los Estados Unidos, Ortiz se fue directo con un 77.9 por ciento de los votos que se emitieron.
Al hacerlo, se unió a Juan Marichal (1983), Pedro Martinez (2015) y Vladimir Guerrero (2018) como el cuarto quisqueyano en el Salón.
Ortiz es apenas el tercer bateador designado en la historia en Cooperstown, uniéndose a Frank Thomas y a Edgar Martínez.
Y es el jugador 268 en ser elegido
Ortiz se quedó como el único jugador electo a Cooperstown por la prensa que cubre béisbol.
Barry Bonds y Roger Clemens se quedaron cortos en su último empuje de lograr colarse en la inmortalidad por el voto de la prensa.
Otros notables que salieron de la boleta fueron Curt Schilling y el dominicano Sammy Sosa, a pesar de sus 609 cuadrangulares.
Este grupo tendrá la oportunidad de ser elegido a través del comité de la era moderna del béisbol, un panel de 16 integrantes, que se reunirá en diciembre para seleccionar a los exaltados
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