miércoles, 28 de febrero de 2024

Julio Lin, una estampa de mi campo

Pedro Julio Cordero (Julio Lin), es uno de los hombres nobles y corazón más puro que en mi existencia he conocido en lar que me vio nacer.

Aún  sigue siendo un ser humano cargado de ingenuidad y sinceridad,  que reparte por doquier.
Julio Lin es el tipo de persona que hablando delata su sentimiento de humildad.

Es el tipo de persona que te escucha, pero siempre tiene un pensamiento filosófico para reaccionar  a tu verdad.

Al reaccionar se parece a Sócrates, que decían " solo sé que no se nada".

Pedro Julio Cordero (Julio Lin), es uno de los hombres nobles y corazón más puro que en mi existencia he conocido en lar que me vio nacer.

A todos les busca un cuestionario, que va llenando con sapiencia campesina.

Es el tipo de gente que fácilmente te convence y te hace cómplice de su pensamiento y accionar.

Te sorprende con frases filosóficas, que no se sabe si escuchó algunas vez o se la aprendió de algunas lecturas de libros.

"La buena vida debe ser más valorada que la propia vida, porque ella te despierta el hambre", dice Julio Lin.

Sentarse a su lado es aprender a meditar y conocer cultura campesina.

Sabes hasta cómo agarrar a un ladrón en el conuco.

Considero es el hombre más sabio de mi comarca, Santana, un paraje de la sección El Manchado, Hato Mayor del Rey, provincia Hato Mayor.

Fueron sus padres Tina Cordero y Lin Ortega, dos humildes personajes del paraje Arroyo la Puerta, a 3 kilómetros al este del católico pueblo de Hato Mayor del Rey, donde sus habitantes son fieles  devotos de la Virgen de la Mercedes.

El personaje de quién escribo es casado con mi hermana Silvia Margarita Vega de la Rosa (Magaly) con quien procreó casi una decena de hijos.

A veces habla de la ignorancia de la gente, sosteniendo que el interés hace doblar la nobleza y romper esquemas en la vida del hombre más honesto.

Este hombre es una enciclopedia viviente de la filosofía rural, ya escasa para los tiempos de la internet.

Te sabe como cultivar y en qué tiempo hacerlo, para que la cosecha dé los frutos deseados.

Nunca ha salido del campo, sólo visita la ciudad a realizar diligencias o cuando la salud apremia.

Cuando está en el campo casi todas las actividades las realiza encaramado en en el lomo de un anciano burro, que cuida y proteja más que a la familia.

Conoce al que es serio y a quien se pasa de avivatos en su zona o radio de acción.

Jugando dominó es un doble seis, porque casi nadie le gana una porfía en la mesa, pero cuando se ve perdido es porque el frente no sabe jugar.

Es un fajador por el bienestar de su familia, y a su casi 80 años, trabaja para sustentar los gastos del hogar.

Siembra más en la hacienda  que cuida que en su fundo, unas 28 tareas que adquirió de liquidación de más de 40 años trabajando en la Compañía Nova Hnos, que dirigió Don Antonio Nova de la Rosa.

Sus hijos se han encargado de cultivar las tareas de Julio Lin.

Es dogmático a ultranza, tanto así que cría las aves domésticas, como gallinas, patos, pavos y guineas, pero no consume su carne, porque lo ve como un sacrilegio. 

Es ese tipo de humano categórico, tajante, terminante, que supone que sus creencias son absolutorias,  que no amerita ningún tipo de oposición o condena.

Tiene visa norteamericana, pero solo una vez viajó con su esposa a Carolina del Norte, donde reside su cuñado Chino Vega, confesando que se puede morir tranquilo, "Por qué ya conocí a New York".

Tiene dos hijos que son oficiales de la Policía: Luis Gonzalo Cordero (Pilón) y Pablo Roberto Cordero {Ñiñilo). Llevan más de 25 años ininterrumpido sirviéndole a la patria.

 Son oficiales intachables. Así como una profesora, Sonia Cordero, quien reside en San Pedro de Macorís. También está el entrenador de pelotas, Amaury Cordero; Juan Emilio (Pitía) Cordero, empleado de hotelería, Maribel, también empleada de hotelería, Rosa María (Ñiñila), empleada pública. Su primera hija, Persia  Julia Cordero (Fallecida).

Por sus manos han pasados casi todos los nietos.

Ha sido un hombre, que aún en el ocaso de vida, siempre tiene un saco de arroz en la cocina, porque dice que "la metura o acompaña aparece donde quiera".

Ha convertido su hogar en centro de peregrinajes para la jugada de dominó.

Espero papá Dios nos lo deje por mucho tiempo con vida, para seguir compartiendo con el cuñado más emblemático que he tenido en mi vida.


 

1 comentario:

  1. Los, hombres se forjan con los avatares del tiempo. El, que está destinado a los cultivos del campo se les enseña a sembrar... El, que está destinado a el Estudio. Se les da conocimiento.marti.

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