jueves, 16 de mayo de 2013

Senador declara hospital de Hato Mayor como la antesala del infierno por deteroro


Manuel Antonio Vega
Hato Mayor.- El senador Rubén Darío Cruz (Rubén Toyota), consideró como la “antesala del infierno” al hospital de Hato Mayor, por el avanzado estado de deterioro que presenta, la falta de médicos y enfermeras y pidió sea declarado en estado de Emergencia.
Al hablar en una asamblea de médicos, celebrada en el centro estatal de salud, el congresista, advirtió que sino se pone atención a tiempo a los problemas del centro, el lugar puede ser arropados por bacterias, que pudieran cobrar vidas humanas.
El hospital de Hato Mayor está siendo afectados por profusas grietas y filtraciones en los techos, la falta de agua,a baños en buen estado, medicamentos, médicos especialistas y enfermeras.
Para el diputado José Alberto Vásquez, quien también participó de la asamblea, resulta inaceptable que el centro de salud siga operando en medio de las precariedades y charcos de agua, que filtran por paredes y techos.
“Amerita que el ministerio de Salud Pública declare en estado de emergencia el hospital Leopoldo Martínez, porque aquí no existen las condiciones para impartir salud”, dijo Rubén Toyota.
Cuando llueve escampa fuera y llueve adentro, ya que el agua que filtran los techos le caen sobre las camas a los pacientes.
En la sala de parto, pos parto y de cirugía las filtraciones son más patéticas, teniendo los facultativos que detener las intervenciones, para evitar los pacientes adquieran bacterias.
La pintura del techo se ha machado con la humedad, dando un aspecto de ruina al centro hospitalario estatal.

Para la reparación y ampliación del centro se han hecho dos presupuesto, iniciando los trabajos, pero luego son paralizados de manera repentina y sin darle explicaciones ni a las autoridades del centro.
La estrechez en algunas áreas, como por ejemplo la de emergencia es tan marcada, que dos médicos no pueden estar juntos atendiendo a los pacientes, mientras que la morgue es un chiquero.
Por el frente del centro cruza un canal de agua, que se ha convertido en un verdadero criaderos de plagas de insectos como mosquitos, cucarachas y ratones, que finalmente van a parar a las salas de internamientos y la cocina.
Sólo 20 enfermeras prestan servicio para una población que supera los 101 mil habitantes.
Hacen falta médicos especialista, como ortopedas, cirujano, gastroenterologos, internistas, anestesistascardiógrafos y otros, para evitar los pacientes tengan que ser referidos a otros centros especializados de salud de la región Este o Santo Domingo.
Hay camas que datan de 1979 cuando fue inaugurado el centro de salud, que hoy está en estado deplorable.

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