lunes, 14 de octubre de 2013

A 511 años de su fundación: El Seibo se hunde en espantosa miseria

En salud, dicen los seibanos, esta ciudad está de cirugía, por el mal estado que presenta el centro hospitalario Teófilo Hernández, la que además carece de médicos especialistas y más enfermeras y donde hay carencias de medicamentos.Añadir leyenda
Manuel Antonio Vega

El Seibo. La más vieja y pobre provincia del Este, El Seibo, se sume en la más espantosa miseria en sus 511 años de fundación, sin sistema sanitario, falta de escuelas, hoteles atractivos, casa de la cultura y con una cárcel pública súper poblada de reos que viven en total hacinamiento.
Los seibanos tienen siglos abrigando la esperanza de entrar en un proceso de crecimiento social y económico que acelere su desarrollo y se exploten las potencialidades turísticas que posee su accidentado territorio, pero con grandes recursos hídricos.
El atraso social y económico ha obligado a representantes de las áreas social, económica, profesional, política, empresarial y religiosa de El Seibo, evaluar las bondades y desventajas que ha traído consigo los 511 años de historia de esta rezagada ciudad de más de 85 mil habitantes, según el último censo Demográfico de Población y Viviendas.
Con una superficie de 1786.80 Km2, El Seibo es una provincia eminentemente agrícola y ganadera y con excepcionales condiciones para explotar el ecoturismo y el turismo de playa, al poseer sus montañas más de 20 cascadas o saltos de agua, plantaciones de cacao, y extensas playas en el municipio de Miches.
Comunidades como San Miguel, Mata de Palma, El Soco, Las Palmillas, Magarín, Las Cuchillas, Las Guajabas y otras carecen de los servicios de agua potable y energía eléctrica.
El rosario de necesidades de carácter social son interminables y se destaca que las carreteras que intercomunican a Miches con El Seibo, Nisibón, Pedro Sánchez-La Majagua, Magarín están en estado desastrosas e impiden un normal transito y por consiguiente se dificulta transportar la producción a los centros de acopios y comercialización de la ciudad.
Las  demás provincias de la región, Hato Mayor, Higüey, La Romana y San Pedro de Macorís, nacen del desprendimiento territorial de El Seibo, pero la misma a pesar de ser hijas, exhiben más adelantos y progresos comercial e industrial.
Limita al este con la provincia de La Altagracia, al sur con las provincias La Romana y San Pedro de Macorís. y al oeste con la provincia Hato Mayor, fue creada provincia, pero existía como poblado desde la época Colonial.
Luego otras provincias han sido creadas con parte de lo que fue su territorio original; la última segregación de territorio fue en 1984 para crear la provincia Hato Mayor, que era la común más pujante hasta ese desprendimiento.
Aunque abandonada por los gobiernos, esta ciudad se estila como una de las que mayor aporte hace al Producto Interno Bruto (PIB) con su producción de ganado de carne y leche, cacao, mango, café y otros frutales.
Los seibanos quisieran ver el día que esos significativos aportes que supera los más de 400 millones de pesos anuales, sean reinvertido en obras para cambiar el aspecto de aldea que presentan muchos barrios de la parte norte, sur y oeste del municipio cabecera de provincia, así como en  muchas zonas rurales.
Jesús Mejía (Vivo), gobernador civil, sostuvo que el desempleo ronda el 50% y el latifundio siempre ha dominado la tenencia de la tierra, para dedicarla en su mayoría al pastoreo de animales y la producción de caña de azúcar.
Necesidades
Los seibanos ven como urgencias fundamentales para el desarrollo social y económico de la provincia, que el gobierno instale empresas chocolateras para procesar el cacao que se produce en la zona; lograr que se instalen más empresas en el parque industrial de zona franca, para disminuir la elevada tasa de desempleo que existe; construir las infraestructuras requeridas para la explotación turística y el ecoturismo, como senderos, hoteles.
También los residentes en la legendaria ciudad, esperan con ansiedad que el gobierno construya una planta de tratamiento y ponga a funcionar el sistema sanitario, que se instalaron las cañerías en 1982, pero nunca fue puesto a funcionar, teniendo sus habitantes que realizar sus necesidades en retretes y muchos conectarse a las tuberías que descargan en los ríos Soco y Seibo y cañadas adyacentes.
Muchas comunidades como San Miguel, Mata de Palma, El Soco, Las Palmillas, Magarín, Las Cuchillas, Las Guajabas y otras carecen de los servicios de agua potable y energía eléctrica.
Salud
En salud, dicen los seibanos, esta ciudad está de cirugía, por el mal estado que presenta el centro hospitalario Teófilo Hernández, la que además carece de médicos especialistas y más enfermeras y donde hay carencias de medicamentos.
La falta de equipos y especialistas obligan a que los pacientes que requieren atenciones especializadas sean referidos al hospital regional Antonio Musa, en San Pedro de Macorís y sino a Santo Domingo. Hacen médicos ortopedas, pediatras y otros para el hospital.
Sostienen que los gobiernos lo único que han construido para desgracia de los seibanos ha sido el “clientelismo político”, con el cual se hacen seres parasitarios, que solo esperan las elecciones para ver un par de pesos juntos, de eso que dejan caer los políticos, que luego recobran una vez logrado su propósito o cargo.
“El Seibo tiene la mayoría de sus calles asfaltadas, pero las tuberías del alcantarillado que están sembradas no funcionan, no están conectadas y entonces el día que venga un gobierno serio y responsables, habrá necesariamente que destruir las calles para realizar las conexiones”, dijo Lidia Padua, de Mujeres en Desarrollo (Emmur).
Mabí y Dulce

Las fábricas de quesos ha desaparecidos en El Seibo, pero para orgullo de los seibanos se producen aquí el Mabí Seibano y el Dulce de Tula, dos exquisitez que por décadas identifican a la gente de este laborioso, pero olvidado pueblo del Este del país.
Vino y Chocolate
La producción de vinos chocolates tomando como materia prima el grano de cacao, es otra exquisitez que eleva el espíritu de nativos y visitantes, teniendo la producción su mayor acento en la asociación mujeres Esperanzas Unidas de Yabón en Vicentillo, donde recientemente el presidente Danilo Medina donó unos 17 millones para la instalación de maquinarias para elevar la producción de los productos derivados del cacao.
Opiniones
Para la casi generalidad de los seibanos, el poco desarrollo económico que exhibe la ciudad se debe a las pocas inversiones del sector estatal y privado, quejándose de que las personas adineradas nativa de la ciudad hacen poco o no hacen nada para invertir y de esa forma paliar el desempleo.
Historia
Esta hidalga e histórica ciudad fue fundada hacia 1502 por Juan de Esquivel, conquistador español. El nombre de Santa Cruz de El Seibo, es tomado de la costumbre española de colocar en los puntos cardinales la Cruz de Cristo, como protección contra los males.
Esa tradición aún se conserva, siendo la Cruz de Asomante el símbolo religioso y escudo heráldico de la ciudad.
La tradición histórica arrastra que el nombre de Seibo, se debe a un jefe tribal de raza taína, que era llamado Seebo. Este Seebo era una especie de Subcacique, sujeto a las disposiciones del Cacique de Higüey: Cayacoha.
Batalla de Palo Hincado
La batalla de la reconquista conocida como Palo Hincado se libró a 3.5 de la  entrada de esta ciudad por la carretera que va a Hato Mayor, donde el gobierno de Jorge Blanco edificó un monumento, que hoy en día está abandonado y rodeado de maleza, donde pastan vacas y caballos.
La Basílica de la Santísima Cruz, construcción de estilo victoriano, monumento colonial que data de 1556.
En la iglesia hay increíbles cuadros e imágenes del siglo XV y XVI y grandiosos objetos de oro y plata del siglo XV con diamantes y esmeraldas.

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