miércoles, 9 de octubre de 2013

La Jalda, un salto que en tiempo de lluvia se convierte en cuna de enamorados


Manuel Antonio Vega


SABANA DE LA MAR.- Se ha dicho que el salto La Jalda es el más alto del Caribe, con más de 120 metros de altura, pero en tiempos de lluvias sus aguas blanquesinas que se destacan en su caída, dejando ver la inmensidad y preciosidad que deslumbra entre el verde del bosque y las rocas por donde llega el agua a la chorrera, ha permitido un mayor flujo de personas y de hasta enamorados que buscan conocer del atrayente recurso hídrico.
Guardado por el copioso bosque del parque nacional Saltos la Jalda y oculto, entre las empinadas montañas que forman el cinturón de la cordillera Oriental, La Jalda es el más alto atractivo que hay entre las provincias de El Seibo y Hato Mayor.

Se ha desatado una fiebre tan grande por conocer la estructura de agua más alta de República Dominicana, que parejas de enamorados y esposos preparan excursiones, para esconderse en sus aguas y conocer de cerca ese gigante de la naturaleza, que en tiempo de lluvia es un verdadera terapia dejar que sus termales aguas caigan sobre el cuerpo humano.

Hay quienes han planteado que una boda al pie de La Jalda sería espectacular, por el verde follaje que arropa la cascada y blanco que destella el agua al caer.

Las excursiones fluyen al lugar después que se dio a conocer el chorro de agua en un reportaje que se escribiera sobre esta catarata, logrando que turistas nacionales y extranjeros, así como excursiones escolares se interesen por este invaluable recurso hidrico, donado por Dios a la madre naturaleza.

Se descata en las excursiones, que para llegar al salto hay que cruzar once veces el río Magua, por lugares distintos y en medio de plantaciones de cacao y un rico bosque húmedo cargado de una rica y exuberante vegetación, donde la biodiversidad no tiene paralelismo o símil de comparación.
Las dos correas de agua cristalina y dulce miden más de 120 metros de altura, según
el técnico del Ministerio de Medio Ambiente, Jonathan Mercado.
Está localizado dentro del Parque Nacional “Saltos de la Jalda”, de unos 36.43 km cuadrados.
Está en vertiente norte, a unos 35 kilómetros al oeste del municipio de Miches y a igual distancia al Este de Sabana de la Mar. En sus proximidades existen otros saltos, pero de menos altura, de cuyas aguas al igual que la del salto de La Jalda nace el río Magua. 
A pies se llega en cuatro horas y en caballos en dos horas y media.
La vegetación es tan acentuada que la chorrera solo es visible cuando se está a los 500 metros de distancia.
A ‘La Jalda’ también se llega por aire, aventura que a menudos realizan técnicos del ministerio de Medio Ambiente y la familai Cisneros, que llevan en elipcoteros a turistas europeos a conocer la impresionante e inigualable cascada, que al caer forma corrientes espirales en las correntias del río Magua, que nace al pie de la charca.
Ir caminando es más emocionante, porque permite a los excursionistas conocer las escorrentías y plantaciones de árboles centenarios que te van indicando la abundancia de recursos hídricos que hay en la zona.

El vehículo te acerca a los hasta donde se toman los caballos, burros y mulos, para la excursión, en un rancho de hacendado Almanzor Rodríguez Severino, que es donde se parte al lugar, pero antes puede disfrutar de un desayuno y café criollo, majado en pilón.
A primera vista, los excursionistas pueden apreciar, sin llegar al salto de La Jalda, los centenarios árboles de cabilma, samán, ceiba, amapola, caoba y otros que forman la espesura de la cordillera Oriental y que se convierten en cobijas de los visitantes a las correas de agua dulce. Los cacaotales, cafetales y el espeso bosque natural permiten que se llegue al salto sin casi ver los rayos del sol.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha habilitado dos senderos, uno de ellos con infraestructura o mangos en madera, para evitar que los excursionistas caigan a barrancas y precipicios que se han formado con el tiempo por la caída de lluvias. 
Medio Ambiente pretende en la zona ayudar a las comunidades que están en el entorno del recurso acuífero y por ello construyó una estafeta, que está cuidada por guarda-parques y se preparan guías turísticos para permitir el acceso al parque, con el propósito, además, de llevar más tranquilidad y una mejor experiencia con las visitas que se sucedan.
Está frente a la bahiia La Gina, pero a su espalda, en el ala sur, se está llevando una masiva depredación del bosque húmedo que puede poner en peligro la vida del salto de agua y otros afluentes que nacen de las boscosas montañas que merodean el parque Saltos la Jalda.
Fauna y flora
Con la espesura del bosque y la diversidad de árboles que adornan todo el Parque Nacional saltos de La Jalda, se ha logrado que la zona sea rica en fauna.
Helecho, cabilma, palma real, plantas trepadoras, samán, caoba, hojancho, palo blanco y otras especie nativas e introducidas de árboles permiten que aves como la paloma turquesa, guaraguao, cigua palmera (ave nacional), pájaro bobo, la perdiz colorada, colí, zumbador y otras permanezcan en la zona y con su trinar sean cómplices por excepción del visitante.
Área protegida
El 22 de octubre del 2009 se creó con el artículo 6 el Parque Nacional Saltos de la Jalda en el municipio de Miches, con la finalidad de conservar la mejor muestra del bosque pluvial de la vertiente norte de la cordillera Oriental o sierra de El Seibo, que se desarrolla sobre suelos aluviales, donde tienen sus cabeceras y nacientes los ríos Magua y Lisas, así como los saltos que se forman en las laderas intermedias, los balnearios y los extraordinarios valores paisajísticos que se abren ante las cuencas visuales que se extienden hasta el océano atlántico y la bahía de Samaná.

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