jueves, 27 de abril de 2017

Hato Mayor, Un pueblo y dos escudos

MANUEL ANTONIO VEGA

El actual escudo de Hato Mayor, aprobado por la Sala Capitular del  Ayuntamiento Municipal de Hato Mayor. en abril de 1991, es distinto al original emblema heráldico de la ciudad, que data de 1520.
Las interpretaciones del pasado son tan arriesgadas como las del presente y las  por venir. En la trilogía de los casos estamos expuestos a equivocaciones lamentables.
La historia de Hato Mayor se ha escrito con símbolos y otros elementos que verdaderamente no explican quienes fueron nuestros antepasados, y que en cambio, están creando un ambiente de enajenación para las presentes y futuras generaciones.
Ha sido una  bochornosa afrenta la que se hizo al al católico pueblo de Hato Mayor al confeccionar el escudo heráldico, que hoy  se exhibe en la sala de sesiones del Ayuntamiento Municipal.
Hato Mayor tiene un escudo heráldico que data de la fundación misma de la villa en 1520, y que este se encontraba incrustado al frente de un edificio, por los alrededores del palacio Presidencial, en Santo Domingo.
El escudo antiguo está descrito por el fenecido historiador y ex síndico Melchor Contín Alfau, en su obra póstuma “Hato Mayor del Rey, Reseña Histórica-Geográfica- Tradicional y Religiosa” (Pág. 43).

Este escudo, según lo muestra  Fray Cipriano de Utrera en su obra “Dilucidaciones Históricas”, es como sigue: “Escudo en cuatro cuarteles: en el superior de la derecha, diez reales de plata en campo de oro en el interior de la derecha, banda blanca engalanada en campo de plata orlado con una cadena; el superior de la izquierda castillo en campo de sable”.
Este escudo de acuerdo a la tradición, era el escudo de arma de la casa de Dávila, fundadores de la villa ganadera de Hato Mayor del Rey, hacia 1520, fecha en que se instituye el Mayorazgo de Los Dávila.
EL ESCUDO AMARILLO
La descripción del escudo “amarillo”, que confeccionó un grupo de personas, obedeciendo a intereses políticos, religiosos y particulares, es como sigue: Está dividido en cuatro cuarteles, el primero con el fondo rojo y con una lanza montera y un sable, el rojo representa la sangre derramada por los patriotas en batallas heroicas, como Limonada, Palo Hincado, Restauración y  otras.
El segundo cuartel configura una imagen de la Virgen de Las  Mercedes, patrona de Hato Mayor, con un fondo amarillo claro, que simboliza auxilio y malestares del municipio.
El tercer cuartel presenta una res criolla traída por los colonizadores que convirtieron esta zona del país en lugar de pastoreo o hato en 1520, que pasó a ser aldea en 1720- 1729.
El cuarto y último cuartel presenta un árbol de naranja y una rueda industrial, que perfila a esta ciudad como gran productor de cítricos para la exportación y la industrialización, y el fondo azul tenue que simboliza la participación de Hato Mayor en el concurso nacional de la Independencia Nacional y todas las luchas.
El fondo del escudo es el amarillo, que simboliza alegría, mientras que el cintillo verde colocado en el extremo superior habla de la vitalidad y potencial agrícola y pecuario del municipio. Mientras que el cintillo inferior  del color amarillo habla de la paz nacional y los ideales frente a los agresores de nuestra nacionalidad.
El escudo “amarillo”, como es denominado por su desnaturalizada configuración,  fue develizado el 24 de abril de 1991, durante un acto celebrado en el Ayuntamiento Municipal; fue bendecido por el cura párroco René Désilets.
Fue aprobado por la Sala Capitular de entonces mediante la resolución 2-91, que en su artículo primero establece: “Queda aprobado con carácter definitivo y permanente el escudo heráldico municipal”.
Fue diseñado, discutido por un equipo de profesionales e intelectuales, encabezado por el fallecido obispo de la Diócesis de la Altagracia, Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, el asesinado historiador e investigador de la historia del Este, Manuel Antonio Sosa Jiménez (Boby); el padre René Désilets, el fallecido historiador y escritor César Cáceres Castillo, Leontes Morales, Abel Sosa Beltré y el síndico de la época, el historiador Manuel del Rosario.
Se estableció que el escudo heráldico sería llevado a las escuelas públicas y colegios privados, para que la conciencia de la niñez y la juventud conozcan nuestras tradiciones.
Esto nunca  se ha practicado o hecho.
Vistas estas explicaciones, y considerando el valor histórico que tiene para los nacidos en estos lares el escudo de Armas de la casa de Dávila, pido a los hatomayorenses, principalmente a los intelectuales, profesionales y estudiantes sugerirle al Ayuntamiento Municipal disolver o dejar sin efecto la resolución 2-91 y que resuelva adoptar simbólicamente el expresivo escudo de Dávila,  tronco genealógico de los fundadores de la villa de Hato Mayor del Rey.
Pienso, al igual que lo hizo y lo escribió el historiador Melchor Contín Alfau en su obra “Hato Mayor del Rey” en la página 43, que el escudo de Dávila debe ser acogido por el Ayuntamiento Municipal como un tributo de reverente recordación a los egregios fundadores de este pueblo y a su origen histórico desvirtuado por escritores en los últimos tiempos.
Deseo, pues, que se interprete tal sugerencia, simple y llanamente, como una evocación histórica, íntimamente vinculada nacimiento y formación de la villa, que, quiérase o no, no puede soslayar la solera de la procedencia de sus habitantes, en idioma, religión y costumbre, por los hombres que, enfrentados a la inmensidad del océano, sufrieron angustias y privaciones para legarnos estos pueblos que tras haberse sacudido del yugo colonial y encarar otras peripecias, marchan optimistas hacia más amplias metas de recuperación y formación ideológica, con el más preciado escudo por delante: el escudo de la libertad y de la humanización

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