miércoles, 23 de octubre de 2019

Familiares presagiaban muertes de obreros en mina de ámbar

Manuel Antonio Vega

EL VALLE, Hato Mayor.- “Cuando tu vas a dejar ese trabajo, hay otra forma de ganarse la vida” llegó a decirle Jerifer Beras, pareja de Eusebio de la Cruz Toribio, quien murió junto a otros dos obreros en una mina de ámbar en la comunidad Siete Cañadas, en el agrícola y minero municipio de El Valla, a 33 kilómetros al norte de Hato Mayor.

Narró que la última vez que vio a su esposo fue el domingo en la noche y que volvió a saber de él cuando lo tenían en la morgue del hospital de El Valle, la mañana de este martes, ya muerto.
 Eusebio deja cinco hijos en la orfandad, incluyendo la menor Crismaily, que llegó decirle a su padre “No te vaya papi al campo, porque no te voy a ver”.
Lidia Susana  Javalera, madre del otro dominicano que murió  en la tragedia más grande  ocurrida en minas en la Capital  del Ámbar,  como es denominado el agrícola y minero municipio de El Valle, reveló  que algo grande  rondaba  en su cabeza  que afectaría  a su familia.
"Sinembargo,  nunca imaginé  que recibiría  en la mañana  el cuerpo de mi hijo Rafaelito",, dijo entre sollozos  y grito la atribulado madre.
La médico legista Subeidy Bentura Reyes, dispuso el traslado de los cuerpos de los tres obreros recuperados de una mina de ámbar en el municipio de El Valle, provincia Hato Mayor, con lo cual se busca determinar las reales causas de muerte.
Preliminarmente certificó muerte por asfixia y posible inhalación de un gas tóxico, hasta ahora de origen desconocido.
Devisten al muerto
El martes 22, cuando aún  se examinaba los cuerpos de dos de las víctimas  en el hospital de El Valle, familiares velarán en la sala de su casa en Mango  Limpio,  el cuerpo de Rafael  Nolasco Javalera, llegó  la médico legista, un coronel  de la Policía a buscar  el cadáver , para llevarlo Inacif, lo que encontró  resistencia  en familiares y vecinos,  que en principio se negaban  entregar  el difunto.
En tanto que los cuerpos de Eusebio de la Cruz Toribio y del Nacional haitiano Andrés Seguí, fueron examinados en la morgue del hospital municipal de El Valle, donde fueron llevados tras ser recuperados de una profundidad de más d 120 pies.
En tanto que los cuerpos de Eusebio de la Cruz Toribio y del Nacional haitiano Andrés Seguí, fueron examinados en la morgue del hospital municipal de El Valle, donde fueron llevados tras ser recuperados de una profundidad de más d 120 pies.
Tras la tecuperacion de los cuerpos, los llantos y otras muestras de dolor se expresan en los hogares de los tres obreros que perecieron al quedar atrapados por un derrumbe en una mina de ámbar en la comunidad Las Siete Cañadas, en la Loma del Cuatro en el agrícola y minero municipio de El Valle, a 33 kilómetros al norte de Hato Mayor.
En la casa de Rafael Nolasco Javalera, nativo de la comunidad de Mango el Limpio, su madre Lidia Susana Javalera no se puede mantener en pie, mientras que su padre, Vicente Nolasco no cesa de llorar.

Rafael pensaba no trabajar hoy martes, ya que celebraría sus 40 años, para lo cual sus hermanos tenían chivos y gallinas amarradas para la comida que compartirían durante la festividad.
Dejó en la orfandad a la niña de tres años Valentina Nolasco, a la que quería ayudar para que fuera profesora en la adultez.
El Nacional haitiano muerto en el accidente laboral, Andrés Seguí,  fue velado en la funeraria de El Valle, donde por su condición  de extranjero, asistió  poco público

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