MANUEL A. VEGA
SABANA DE LA MAR./ Las mujeres de los municipios de Miches, Sabana de la Mar y el Distrito municipal de Nisibón, al igual que en otros lugares del país, doblan los esfuerzos por la sobrevivencia, sus vidas se ven limitadas por las múltiples tareas que tienen que hacer a diario para mejorar las condiciones de vida de sus familias, lo que se empeora por la situación de marginalidad y pobreza que caracterizan estas localidades.
Como resultado de un estudio realizado por CE-MUJER en los municipios de Miches y Sabana de la Mar, y el distrito municipal de Nisibón, se identificaron los principales problemas y/o limitaciones que se convierten en un obstáculo importante para su desarrollo y sobre todo para que las personas que lo habitan puedan mejorar sus condiciones de vida.
Estos problemas que se han identificados están relacionados con la marginalidad y pobreza, que prácticamente se presenta en esta zona aislada.
En ese sentido las mujeres están desarrollando pequeñas iniciativas de generación de ingresos, como son fábricas de dulces, fabricad licor y chocolate de cacao, tiendas agropecuarias, tiendas de venta de artículos de comida, comedores, fabricas de sabanas y mosquiteros, esto con la finalidad de incrementar su desarrollo personal, colectivo y familiar.
Para mejorar sus niveles de productividad y su acceso a la alimentación ejecutan iniciativas para la crianza bovina, porcina, y combos productivos (crianza combinada de animales y siembra de conucos), lo que les ha permitido la integración de su familia y mejorar su acceso a una alimentación sana.
Problemas como las serias dificultades para la comercialización de los pequeños productores y productoras, baja o nula presencia del Estado, reflejadas en el limitado y poco acceso a los servicios públicos esenciales, tales como energía eléctrica, agua potable, falta de acceso a los mercados de tierra, agua, crédito, analfabetismo, debilidad de las organizaciones y caminos y vías de acceso inservibles, esta entre otros más caracterizan a municipios con grandes potenciales para el turismo ecológico y rural.
El estudio del Ce Mujer agrega que a esta realidad se suma el gran deterioro de los recursos naturales, tal es el caso de las Lagunas Redonda y Limón, que constituyen un importante recurso para la pesca y que en estos momentos presentan un gran problema de contaminación y deterioro.
Denuncia la entidad feminista que otro problema lo representa la alta salinización de los suelos dedicados a cultivos agrícolas, y lo más reciente esta relacionado con la venta de tierra con potencial turístico, a empresarios del sector privado nacional e internacional.
Sostiene la entidad en su estudio, copia del cual fue depositado en la redacción de este medio, “que esta situación empeora la situación de pobreza de las personas de estas comunidades, quienes buscan estrategias individuales y colectivas para poder sobrevivir”
“Para las mujeres esta situación ligada a las limitaciones educativas le genera mayores niveles de vulnerabilidad y menores posibilidades reales del acceso a empleos remunerados”, indica la entidad.
En esta situación desempeñan una serie de actividades tanto reproductivas como no reproductivas, asociadas a las tareas del hogar, producción y seguridad alimentaría. Las mujeres superan la crisis económica participando en jornadas triples y dobles, muchas de ellas no remuneradas.
El Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer, CE-MUJER con apoyo de Veterinarios Sin Fronteras (VSF) y el Govern de les Illes de Baleares, para contribuir a disminuir esta situación ejecutan un el proyecto “Promoviendo la Equidad de Género y la Soberanía Alimentaría en la región Este de la República dominicana”, con la finalidad de contribuir a mejorar las condiciones de vida de las familias de escasos recursos.
Las estrategias que se desarrollan están relacionadas con el fortalecimiento de las redes organizativas y la formación y educación que posibiliten el empoderamiento de las mujeres, como una de las vías para lograr una mejor inserción en el mercado tanto ajeno como por cuenta propia, para aumentar la productividad social e incrementar los ingresos familiares e individuales.
Las mujeres y hombres a través de sus organizaciones garantizan la armonía con el medio ambiente y para las siembras de sus conucos y hortalizas lo hacen a través de la agricultura orgánica y la agroecológia, iniciando con esto un proceso de concienciación de que es una de las mejores alternativas de siembra.
La participación de las organizaciones, de los Ayuntamientos locales y de las entidades eclesiales ha sido clave para la ejecución de estas iniciativas, que requieren de empujes importantes para mejorar las condiciones de formación, capacitación técnica y acceso a la alimentación de las mujeres rurales.
El trabajo social y comunitario que realiza el Ce_Mujer desde 1993 en las provincias de Hato Mayor, El Seibo e Higüey, ha contribuido grandemente a la emancipación de la mujer en la región Este y fortalecer el espíritu de lucha por un mayor y mejor vivir.
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