martes, 2 de junio de 2009

En la región Este siguen dando clases en viejas enramadas


MANUE A. VEGA
HATO MAYOR.- Alejados de los avances tecnológicos y de modernas estructuras, cientos de niños siguen recibiendo clases en viejas enramadas en comunidades rurales y barrios de las cinco provincias de la región Este.
Las enramadas de zinc, maderas y pisos de tierra son comunes en la zona de Miches, El Valle, Angelina de las provincias San Pedro de Macorís, Hato Mayor y El Seibo.
En la comunidad de Barrio Lindo, distrito municipal de Angelina, en San Pedro de Macorís existe una enramada, donde los niños se mojan cuando llueve y las clases se dan para toda la comunidad porque no tiene paredes laterales.
La letrina o sanitario se encuentra en muy malas condiciones exponiendo a los niños a diversas enfermedades.Las autoridades del centro se niegan hablar con la prensa por temor a represalias y traslados forzosos.
En Arroyo Chiquito, sección San Rafael, a 20 kilómetros de El Valle, existe otra destartalada enramada, donde llueve adentro y escampa afuera y donde los niños realizan sus necesidades fisiológicas en matorrales por las malas condiciones que presenta el retrete que tiene el centro.
Las autoridades provinciales y educativas tanto de Hato Mayor. El Seibo como de San Pedro de Macorís tienen conocimientos de la situación que se atraviesa en decenas de comunidades, pero no hacen nada para enfrentar la situación.

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