HATO MAYOR.- Construido en el año 1992 y donde sólo quedan 25 envejecíentes, el hogar de ancianos “Romelia Salas de Barceló”, está a punto de desplomarse, debido a las filtraciones en el techo y los agrietamientos que sufren las paredes, poniendo en peligro de muerte a sus inquilinos.
El centro de albergue adolece además de recursos económicos para solventar los gastos de alimentación y pago de personal, lo que obliga a la administración acudir a la caridad pública a cada momento, para dar de comer a los ancianos.
Las camas donde duermen los viejitos presentan oxidación, lo que representa un peligro para la salud de envejecíentes y los agrietamientos en paredes alcanzan hasta dos metros de longitud.
Sor Carmen Tiburcio, directora del hogar de ancianos “Romelia Salas de Barceló”, explicó que las filtraciones son más notorias en las habitaciones de los viejitos, muchos de los cuales hay que estar moviendo cuando inician las lluvias, “porque aquí escampa afuera y llueve adentro”.
Dijo que las filtraciones abarcan todo el edificio desde la cocina, los baños, el comedor, enfermería hasta el área donde se aloja el personal que tiene que ver con el cuido de los envejecíentes.
Denunció además que las mesas del comedor pueden desplomarse y caer de un momento a otro, debido a que sus patas se han ido corroyendo por la acción del tiempo y la carcoma que han ido corroyendo y desgastando sus soportes.
“Periodista, aquí la situación es difícil no sólo para los “ancianos, sino para el personal, porque la falta de recursos nos estrangula y las lluvias amenazan con derribarnos el edificio”, significó Sor Carmen Tiburcio, que apeló a las autoridades intervenir para evitar sigan muriendo más ancianos en el hogar.
Se quejó que la población ayuda muy poco al centro albergue de envejecíentes y recordó que sólo el senador Rubén de la Cruz (Rubén Toyota) aporta unos 15 mil pesos mensuales para cubrir gastos y que las demás autoridades no se dejan ver.
El asilo de ancianos “Romelia Salas de Barceló” recibe una subvención por la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS) de apenas 70 mil, cuando los gastos en el centro superan los 150 mil mensuales.
Se quejó que la población ayuda muy poco al centro albergue de envejecíentes y recordó que sólo el senador Rubén de la Cruz (Rubén Toyota) aporta unos 15 mil pesos mensuales para cubrir gastos y que las demás autoridades no se dejan ver.
El asilo de ancianos “Romelia Salas de Barceló” recibe una subvención por la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS) de apenas 70 mil, cuando los gastos en el centro superan los 150 mil mensuales.
El piso del centro sufre además agrietamiento mientras que la iluminación en todo el perímetro del hogar es deficiente.
Al centro le hace falta medicamentos, camas, colchones, abanicos, una chapeadota para el patio, mesas de comedor y que se mejore el sistema eléctrico, que ha sufrido deterioro por la humedad que provocan las filtraciones.
El asilo realmente está de emergencia y amerita que las autoridades enfrenten con decisión los males que acogoton al asilo de ancianos.
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