“Los Bomberos apenas cuentan con 65 socorristas para enfrentar cualquier eventualidad, mientras en la población no existe potabilizadora de agua en los organismos de socorros”, dijo el Intendente de los Bomberos, Milton Fermín Morales Haché
MANUEL A. VEGA
HATO MAYOR.- Esta ciudad, fundada hacia 1520 y afectada siempre por los fenómenos naturales, no cuenta con otros centros de refugios que no sean las escuelas públicas y algunas iglesias donde la gente corre despavoridas cuando llega la tragedia.
Unas 500 familias permanecen aún refugiadas en total hacinamientos en dos proyectos habitacionales a medio construir en Hato Mayor y Sabana de la Mar, desde que el 22 de septiembre del años 1998 el ciclón Georges afectó sensiblemente a esta ciudad, mató a tres personas, destruyó más del 40 por cientos de las viviendas de maderas y zinc y devastó la producción agrícola, llevando miles de productores a la quiebra absoluta.
Georges y luego Jeanne, obligaron a que cientos de familias cambiaran su modo de vida, fenómenos que también derribaron puentes que aún están pendientes de construir por el gobierno.
Milton Fermín Morales Hache, jefe del Benemérito Cuerpo de Bomberos Civiles de Hato Mayor, asegura que Hato Mayor ha sido un pueblo que lo acompaña la buena suerte, porque pocas muertes ocurren cuando llegan los fenómenos atmosféricos.
“En zonas rurales apartadas, la gente en tiempo de ciclones se salva como quiera, porque no hay viviendas en concretos ni escuelas donde refugiarse.
Al menos unas 123 escuelas distribuidas en Sabana de la Mar, El Valle y Hato Mayor del Rey sirven de refugios a más de 90 mil habitantes que viven en la provincia.
Además, cuando hay ciclones, las iglesias albergan a los más necesitados, mientras otros se desplazan a casas de familiares y amigos.
José Alberto Vásquez, gobernador civil y director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) en Hato Mayor, confirmó que en la provincia no hay centros especiales o exclusivos para refugios, pero que hay una disposición del gobierno para que los centros escolares sean ocupados por la población en caso de la incursión de un fenómeno natural afecta la zona.
Sostuvo que algunos centros comunales que construyó el gobierno en comunidades rurales y barrios, también pueden ser utilizados para albergar a la población en caso de desastres.
Dijo que los vehículos del Obras Públicas y el Ayuntamiento Municipal están listo para entrar en acción en el momento preciso que esta ciudad sea afectada por un fenómeno atmosférico
En tanto se supo que la Cruz Roja opera sin radio de comunicación ni teléfono, para ser contactado en caso de emergencia o cualquier eventualidad.
Tampoco los organismos de socorros no cuentan con potabilizadoras de agua, para socorrer a posibles damnificados en caso de desplomarse el sistema de agua en la ciudad.
Los bomberos apenas cuentan con 65 socorristas, la Cruz Roja con 22 y la Defensa Civil tiene una pirrica membresía de 17 miembros, se dijo.
Se recuerda que el ciclón Georges afectó tanto a Hato Mayor que hizo variar el ciclo productivo en la provincia, viéndose ahora que la producción de mango se ve dos veces al año.
LOS DAMNIFICADOS
Unas 500 familias que siguen como refugiadas del ciclón Georges, desde el 22 de septiembre de 1998, en dos complejos habitacionales en construcción en Sabana de la Mar y Hato Mayor, pidieron del gobierno su reubicación, debido a la carencia de servicios y el hacinamiento imperante en los edificios que ocupan.
Los damnificados, pobres de solemnidad, carecen de agua potable, baños, energía eléctrica, calles en buen estado y le escasea la comida.
Ramón Alcides Rodríguez, periodista sabanalamarino, denunció que a 20 años del paso del huracán Georges, los pobres que salvaron la vida por correr a tiempo y se refugiaron en el proyecto habitacional, carecen de los más elementales servicios, para desarrollar sus actividades cotidianas.
Denunció que el gobierno no lleva las raciones alimenticias a los damnificados, por lo que pasan hambre, además de que se enferman periódicamente de gripe, dengue, de la piel y otras por el hacinamiento en que viven.
La maleza que rodea el edificio, casi alcanza la altura de los apartamentos y se acusa a la síndico del costero municipio, Aura Saldaña (Cuchy) de ser insensible a los problemas que acogotan a los damnificados.
Se denuncia que la basura no es recogida por el cabildo local y que el agua que consumen está altamente contaminada, lo que ha provocado brotes de enfermedades parasitarias.
El periodista Ramón Alcides Rodríguez, se quejó de que Salud Pública en la provincia de Hato Mayor, no lleva operativos médicos a los damnificados.
“Lo que se pide es que los damnificados sean reubicados a lugares más dignos, la privacidad no es posible en el lugar donde están y la falta de los servicios de agua, luz, calles en buen estado, es grave”, significó el comunicador que al parecer es a quien más le duele su pueblo natal, por sus constantes denuncias para que el gobierno y las autoridades locales pongan atención al municipio.
Los edificios de apartamentos donde están albergados las 50 familias de Sabana de la Mar damnificadas del ciclón Georges, fueron iniciados por el presidente Joaquín Balaguer en el año 1993, pero el gobierno de Leonel Fernández que se instauró en 1996 no lo terminó, siendo ocupado por los afectados del fenómeno atmosférico.
Contó que en Sabana de la Mar hay tierras municipales y del Estado, pero que las usufructúan portentosos hacendados del municipio costero.
El comunicador sabanalamarino, apeló al gobierno para que vayan en auxilio de los damnificados de su pueblo, que dijo es afectado por largos y tediosos apagones.
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