Desde hace muchos años la región Este ha sido la zona más olvidada de toda la geografía nacional en cuanto a la implementación de políticas gubernamentales para el desarrollo de la agropecuaria, por lo que los avances tecnológicos que se han obtenido han sido poco significativos en especial en el sector ganadero.
La falta de tecnificación y la forma rudimentaria que emplean los ganaderos para la explotación de sus hatos son las mismas que utilizaron sus ancestros desde la época primitiva lo que ha provocado que grandes extensiones de terrenos dedicados a este sector se hayan convertidos en estandarte de lujo mas que de medio de producción, por esa razón es que se puede visualizar cantidades de propiedades improductivas lo que ha incrementado de forma gradual el latifundio produciéndose así una merma considerable en el empleo de mano de obra, un precario uso de tecnología y en consecuencia un bajo nivel de vida tanto para el propietario como para las personas que viven en esa comunidad ya que se convierten en empresas que operan por debajo de su capacidad de producción y con problemas financieros.
Hoy en día como están los precios de los combustibles, los altos costos de los insumos agropecuarios como son el rollo de alambre, las grampas, los alimentos para el ganado, los medicamentos, las maquinarias y sobre todo un factor preponderante que es la precariedad económica en cuanto a liquidez como capital de trabajo con que se desenvuelven los propietarios de esos terrenos hacen poco viable y a la vez catastrófico el desarrollo de cualquier proyecto ganadero. Esas duras realidades han provocados que ganaderos, propietarios de fincas que anteriormente eran grandes productores hoy se vean reducido en su mas bajo nivel de producción por no existir una política real que este destinada a socorrerlos.
La zona del Este es gran productora en los diferentes renglones de la agropecuaria pero los ganaderos necesitan de la mano del estado dominicano para que este lo auxilie en el desarrollo de programas que tengan como objetivo principal la tecnificación de sus propiedades. Dentro de ese paquete de medidas agropecuarias que deberá trazar el gobierno a favor de este sector una de la que ocupara mayor importancia será respecto al banco agrícola donde la mayoría tienen sus propiedades hipotecadas y fruto de la situaciones adversas que se esta viviendo en el mundo hoy en día le han sido imposible honrar sus compromisos con dicha entidad bancaria. Otras de esas medidas será iniciar un amplio programa de formación y legalización de cooperativas agropecuarias con el objetivo de que puedan tener acceso a crédito para la compra de maquinarias, semillas, tractores, en fin todo lo indispensable para poner la tierra a producir. Se deberá fomentar nuevos renglones de producción como son la porcina la caprina y avícola ya que las mismas han desaparecido en esta región, esto es con la finalidad de diversificar la producción y la economía de los hogares dominicanos.
Es un deber de todos los dominicanos ponernos alerta en contra de la crisis alimentaria que pudiera presentarse en los próximos meses, no podemos perder el tiempo, ya que el reloj ha comenzado su cuenta regresiva para poner el campo a producir, y así enfrentar ese enemigo latente que es el hambre que pudiera afectar a todos el pueblo dominicano y mas en zonas vulnerables donde se pudiera arraigarse la crisis y causar estragos como ha sucedido en otros países donde esta pandemia a causado efectos devastadores a pueblos ciudades y campos dejando como secuelas enfermedades y sobre todo la severa desnutrición en miles de niños. Esas son de las cosas que debemos evitar, pero para eso hay que empezar, hay que prender los tractores y ponerlos a arar la tierra.
EL AUTOR ES CONSUL EN SUIZA Y PRE CANDIDATO A SENADOR POR EL PLD EN EL SEIBO
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