jueves, 15 de noviembre de 2012

Feria cultural de El Seibo arranca hoy


El Seibo. Fuerzas vivas de esta ciudad compuesta por la Fundación para el desarrollo de El Seibo, la Gobernación Provincial, Ayuntamiento Municipal, Sociedad Cultural Seibana, Hermandad de FERVOROSOS de la Santísima Cruz, Autoridades Civiles y Militares, entre otras personalidades se han organizado para celebrar aquí la Segunda Edición de la Feria Cultural de Producción y Desarrollo Seibo 2012. 
Está dedicada a la empresa “Central Romana” y al Tercer Tenor del mundo, nativo de la provincia El Seibo “Francisco Chahín- Casanova” (Chiquin) y se está realizando del 14 al 18 de noviembre en las instalaciones del Club Faro de Hicayagua.
Todo un pueblo de fiesta.  Esta segunda versión, igual que la primera Feria Cultural Seibo 2011, tiene el decidido y solidario apoyo del Ordenador Nacional de los Fondos Europeos para el Desarrollo y la Dirección General de Cooperación Multilateral, que dirige el ingeniero Antonio Vargas Hernández, así como de la Delegación de la Unión Europea, que preside la Embajadora Irene Horejs, y las diferentes instituciones y entidades gubernamentales, empresariales, culturales y artísticas, que una vez más han apoyado la realización de la primera feria multisectorial Seibo 2011, dedicada al artista más grande que ha dado el Seibo, Don Freddy Beras Goico.
Esta feria se realiza con los objetivos de dar a conocer la historia, cultural, turismo y la producción agropecuarias de la provincia El Seibo, compuesta por los municipios San Cruz de  El Seibo y Miches, así como los distritos municipales Pedro Sánchez, Vicentillo, Santa Lucía, El Cedro, La Gina y 13 secciones.

Entre las actividades que se están realizando en  esta feria se destaca   un interesante  panel sobre la Fundación de El Seibo.
Historia
Santa Cruz de El Seibo
Con más de 500 años de cultura e historia surgió como resultado del proceso de descubrimiento de la Región Este de la Isla, emprendido por el gobernador Nicolás de Ovando; el 10 de mayo de 1506 fue fundada por  Juan de Esquivel.

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