MURIÓ MACA CHICLET |
HATO MAYOR.-Falleció esta mañana
en el hosptial regional Antonio Musa de San Pedro de Macorís, Manuel Fernández
(Maca Chiclet), el menor enajedo, que hacía unos días se había caído de una
mata de almendra en el sector Ondina de Hato Mayor.
Su cuerpo permanecía en la morgue
del centro asistencial estatal, a espera de ser retirado por familiares
HISTORIA
Manuel Fernández (Maca Chiclet),
desde que nació, su madre lo dejó abandonado en casa de la anciana Luz
Fernández, una carismática y bondadosa mujer de Hato Mayor que no podía atenderlo por estar en silla de rueda.
Nadie sabe quien es su padre ni
el nombre de su vedadera madre, que desde hace un buen vive en el costero pueblo de Boca Chica, provincia Santo Domingo
Este.
Manuel, nació con problemas de
retardo mental y desde muy pequeño se correteaba por las calles de Hato Mayor y
trapando árboles, donde a menudo se caía, siendo llevado a hospital.
Su última caída de una mata de
almendra en el sector Ondina, al norte de Hato Mayor, que lo llevaron al
hospital Antonio Musa, donde falleció. Era muy querido en Hato Mayor, donde la
gente vivía preocupada por su estado de salud.
En una ocasión, el programa
Atacando TV logró que fuera internado en centro de recuperación en Sabana
Perdida, en Santo Domingo, pero al pasar dos años, los médicos vieron cierta
mejoría y le dieron de alta.
Esa vez su llegada colmó de
alegría al católica pueblo de Hato Mayor, siendo visitado por muchas personas
que querían conocerlo y ayudarlo.
Un día se introdujo en la cañería
del sistema clocal y los bomberos tuvieron que ir en su rescate, luego se subió
a la azotea del edificio de Oficina Públicas y amenazaba con lanzarse al vacío,
pero brigadas de los organismos de rescate y los bomberos, lograron persuadirlo
y bajarlo del techo. Ese día medio Hato Mayor corrió al edificio a presencia,
lo que para él era una risa.
No le hizo daño a nadie, era un
niño con problemas, que le hace el amor de madre.
El mote de Maca Chiclet le vino
porque vive comprando cuanto dinero le dan del dulce, que luego hace una
gigante bola y lanza sobre las redes eléctricas en los barrios.
Hablaba poco, pero reconocía los
nombres de figuras y personaje de Hato Mayor. En el barrio Villa Ortega, donde
vive doña Luz, la gente lo quiere y le da comida.
Algunos desaprensivos, dopado de
drogas llegaron a violarlo analmente, lo que mereciño internamiento médico.
El sufrimiento y drama que vivió
Maca Chiclet no quiero que lo viva
nadie, fue desesperante, preocupante, porque además vivió hacinado junto a la viejita,
que le da de comer de lo que a ella le llevan vecinos y familiares.
En una ocasión las autoridades
localizaron a la madre del niño y se lo entregaron para qu se hiciera
responsable del cuidado, pero al día siguiente le abrió la puerta y salió sin
rumbo, siendo localizado en la ciudad de La Romana.
Al ir creciendo, el niño comenzó a coger las calles y duraba hasta dos dáis
desaparecido, tiempo que pasaba la vieja buscándolo hasta alta horas de la
madrugada.
La anciana optó por ponerle cadena y amarrarlo a una varilla de la pared de
la casa, pero prontamente, Maca Chiclet comenzó a romper los bloks para desprender la varilla, para desatarse y tomar la calle de nuevo.
Luz no pudo retenerlo con este método en la casa, por lo que el muchacho
volvió a la calle y tomo como hobby trepar a los árboles, lo que le trajo
consecuencias funestas, que hoy lo tienen postrado en cama en San Pedro de
Macoris
Se presume que la madre, avergonzada por tener un hijo loco, lo subió en una guagua de pasajero y lo
abandonó en una calle de La Romana.
Luz, su madre adoptiva, hoy sufre
más que nunca, porque no encuentra quien le regrese a casa a Maca Chiclet.
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