Unas 70 cavernas con artes rupestres y petroglifos aguardan en montañas, llanuras y bosques de la región Este y son museos historicos
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HATO MAYOR.- La madre naturaleza ha sido buena con la región Este, donde
se registran unas 70 cavernas esparcidas como la verdolaga en un cafetal en
valles y praderas, haciendo de la zona una de las más estratégicas para la
explotación del ecoturismo y el turismo de aventura.
Las cavernas guardan en su interior petroglifos, escrituras
en paredes, legados de nuestros antepasados, los tainos, con lo que expresan su
ideología y su cultura.
Además son reservorios del murciélago, que producen
murcielaguina, cuyo estiércol es utilizado para abonar la producción agrícola
en los campos de la zona.
Pero lo más atractivos de las cavernas del Este es que en
algunas, dentro de sus salas y paredes se apiñan celosamente estalagmitas y
estalactitas que hacen bellas formaciones a lo interior de las cuevas.
Solo en la montaña conocida como El Grumo, a unos 3
kilómetros al oeste del distrito municipal de Pedro Sánchez, provincia de El
Seibo, se localizan 22 cavernas, a una altura de 531 metros sobre el nivel del
mar.
Algunas de estas socavones tienen asignados nombres jocosos,
folklóricos y de personajes conocidos en la zona por ser dueños de los fundos
donde se avistan.
Las más conocidas de las 22 que hay en la montaña El Grumo,
son: La Chiva, que debe su nombre, según la tradición histórica a que un
agricultor criaba animales y una chiva cayó por un hoyo en 1935; El Zumbido,
porque cuando se lanza una roca va resonando y cae al agua subterránea.
En la Cueva de Pepe también en la montaña El Grumo nace un riachuelo y se camina unos
300 metros subterráneo; La Ondanada, es un hoyo espirar y guarda una sala de
más de 8 por 20 metros rectangular; La Joya o Jengo, esa tiene petroglifo de
tres culturas diferentes, de Los Araguayos; Los Plátanos por estar ubicada en
el pareja Los Plátanos con salas o galerías.
Cueva Antonio con cuatro salones con una pequeña sala donde
se aprecian estalactitas de gran tamaño, a la que hay que esquivar o defender
al caminar por entre ellas: Cueva de Tile con dos salas; Las Mellas por ser
descubiertas por una pareja de hermanas mellizas: Pamela con cuatro espaciosa
salas y donde las paredes parecen fueron talladas o aplicado pañetes por su
lozanía y suavidad; El Majagual es un recodo donde una vez se cree operó un
hechicero, que dejó cantimploras, lozas y otros trastes antiguo.
El nacimiento de importantes ríos y riachuelos brotan de las
entrañas de estas fosas, que son reservorios en su mayoría del mamífero de ala
conocido como murciélago.
Fun Fun y Doña Ana
Son las cavernas más destacadas y conocidas en Hato Mayor del
Rey, aunque existen otras 15 cavernas con salas espaciosas en medio de
pastizales, montañas y bosques del distrito municipal de Yerba Buena.
La de Fun-Fun, localizada a unos 22 kilómetros al oeste de
Hato Mayor del Rey es la más visitada por turistas nacionales y extranjeros, ya
que es una aventura caminar varios kilómetros bajo tierra y por la ribera del
río Almirante que atraviesa la caverna hasta su desembocadura en el río Azuí.
La de Doña Ana, 12 kilómetros al norte de Hato Mayor, ubicada
en la comunidad del mismo nombre está situada en la cima de una montaña y es
donde nace el rio Cibao, rodeada de un frondoso bosque. Es centro de
excursiones escolares y científicas. En la comunidad de Moña Gorry en Yerba
Buena también hay una caverna, donde el ojo humano se deleita con las
escrituras rupestres y las espaciosas salas o galerías que aguarda.
Está ubicada en la carretera San
Pedro de Macorís-La Romana a una profundidad de 25 metros bajo tierra. Posee
alrededor de 800 metros de extensión de los cuales se recorren 240 metros.
Es una caverna que aporta experiencia
turística educacional.
Se aprecian en su interior
alrededor de 500 pinturas en las paredes y grabados donde predominan el color
negro y el rojo, hechas por los tainos, antiguos habitantes de la isla ya
extinguidos. A este tipo de pintura se le llama arte rupestre. Cerca de Las
Maravillas, pero en Ramón Santana se localiza Cueva del Indio, en medio de una
sabana, donde también hay arte rupestre y un santuario de murciélagos.
Los Haitises
El santuario natural de Los
Haitises es poseedor de la riqueza biológica e hídrica más hermosa con la que cuenta
la República Dominicana, existiendo en sus bosques e islotes decenas de
cavernas y riachuelos.
Entre las cavernas más conocidas y
visitadas están la de San Gabriel, La Arena, Puerta del Cielo, La Lechuza, está
en la ruta del sendero bosque húmedo y Cueva de la Línea o el Templo, por donde
se puede acceder por un lado, caminar la espaciosa sala y abordar la
embarcación por el otro lado. La caverna de Tuningo está en la comunidad del
mismo nombre en el municipio agrícola de El Valle, posee una extraordinaria
sala y donde los nativos se guarecen cuando las inclemencias del tiempo golpean
el país.
Ruta de las Cuevas
Por la diversidad de cavernas y
recursos hídricos que guardan estas, el Ministerio de Turismo debe iniciar
tareas para declarar o asignar en la región Este, La Ruta de las Cuevas”, la
que permitirá que nativos y extranjeros conozcan de los invaluables aportes que
estos recursos naturales dan a la vida en sentido general.
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