martes, 26 de agosto de 2014

Sabana de la Mar, un rincón ecológico plagado de necesidades en el Este


MANUEL ANTONIO. VEGA


SABABA DE LA.- El único municipio de la provincia Hato Mayor con playas, bahía, poseedor de una vasta  y exuberante vegetación, con hoteles en las montañas de Los Haitises, club ecuestre, pero sigue siendo un pueblo  desconocido por el grueso de los dominicanos, debido a que está aislado del resto del país por el mal estado de las carreteras que acceden a este rincón ecológico del Este.
Las bellezas naturales que le adornan hacen contrastes con el abandono que exhibe el pueblo, con calles maltrechas y sin asfaltos, falta de un sistema sanitario, un hospital moderno  y que se le ponga atención a la producción de arroz y la pesca, principales renglones de la producción en la zona.
El transporte marítimo es tortuoso, ya que el muelle o embarcadero es afectado por un bajo calado, que obliga a remolcar los turistas y pasajeros que van Samaná en pequeñas hasta 300 metros de distancia, porque el bote no puede anclar en el muelle por los sedimentos arrastrados que deposita el río Yabón al norte del municipio.
Con una disposición política estatal que construya las infraestructuras requeridas para la explotación turística y el desarrollo de sus habitantes, este municipio no tiene porque envidiar a otras ciudades, por sus bellezas ecológicas y encantos marino-terrestres.
A Sabana de la Mar se llega por una encurvada carretera, que ahora está en construcción, bordeada de precipicios, que hacen riesgoso, pero a la vez fascinante su  trayecto por la espesa y exuberante vegetación  que la cubre.

El muelle está tan deteriorado, que para tomar el bote que te lleva a Samanà, primero hay que abordar una pequeña y destartalada yola, que en muchas ocasiones se ha volteado, dejando a merced del agua a turistas y pasajeros.
Es mejor llegar por aire, pero el helipuerto que había en el costero municipio ha sido abandonado y sólo pueden descender helicópteros.
Su puerto fue importante en el pasado siglo XX, que dejó bonanzas al municipio, que aún se pueden observar en las impresionantes viviendas de estilo victoriana con balconadas de madera.
BELLEZAS
Sabana de la Mar es el centro de comunicaciones para llegar al Parque Nacional de Los Haitises, donde hay impresionantes cavernas y una carretera acuática ecológica bordeada de mangles, que invitan a la fotografía, para perennizar el lugar.
Esta comunidad costera está bordeada además por la parte norte por la Bahía San Lorenzo y la de Samanà, dos corriente de agua marina que dan al parque Los Haitises y de donde se puede apreciar los cayos de los pájaros.
El camino que conduce al parque de Los Haitises no es el más bueno, pero te lleva al parque acuático “Paraíso Caño Hondo”, un lugar paradisíaco que se levantó cuidando la naturaleza en la misma falda de una de las montañas de la reserva científica.
En Caño Hondo usted puede alojarse en un hotel ecológico de unas 26 habitaciones, cuyas estructuras están bañadas de cascadas de agua dulce, construida sobre la corriente del río Jíbales, un recurso hídrico de unos 7 kilómetros de extensión subterráneo y que aflora a medio kilómetros del hotel y cuyo trinar del agua hacen más apasionante la estadía en el lugar.
Camino a Caño Hondo, turistas y visitantes podrán observar las extensas plantaciones de arroz, cultivadas en el proyecto del mismo nombre.
Andando por la bahía San Lorenzo, reservorio para la crianza de cangrejos y otros crustáceos y peces, se pueden apreciar Los Cayos de los Pájaros, que pienso son diseños del Dios Creador, para que las aves acuática-marina tuvieran su habitad reservado y no ser molestado por los humanos.
Aquí se aprecian aves rapases como la Laura, con su cayo propio, otro cayo de garza blanca, alcatraz, pelícano, cuervo, paloma turquesa y otras palmípedas rapaces.
Ya en el parque se puede observar impresionantes cavernas con pinturas indígenas, que dejan claro que fueron habitadas por nuestros aborígenes.
Existen cavernas, como la Puerta del Cielo”, donde se puede ver el afloramiento del río del mismo nombre, en la cual para llegar a la sala principal de la cueva, hay que caminar por las aguas del afluente.
Atravesar algunas cavernas de un extremo a otro es una auténtica y apasionante aventura para todos los amantes de la naturaleza, una aventura que requiere valor y equilibrio, ya que hay que ir recorriendo amplios salones con el nacimiento de higos que entretejen sus ramas en forma de nudo de serpientes.
Hacia el Este de Sabana de la Mar, están los proyectos arroceros y las ciénagas de Las Cañitas, Capitán y Magua.
Estas son comunidades costeras, donde abundan muchas aves exóticas como la cotorra y otras acuáticas, que están siendo cazadas por turistas, que toman el lugar para aprender a tirar.
Por su natural vegetación, Sabana de la Mar fue escenario de la Tercera Feria Ecoturística y de Desarrollo, organizada por la Fundación Ciencias y Desarrollo, que dirige Julián Serrulle en 1998.
Deportes acuáticos
Las bahías San Lorenzo y la de Samaná que bañan la costa de este histórico pueblo, cuna de la Santa Señorita Elupina Cordero, son escenario de actividades deportivas, siendo de las cosas que atraen a turistas canadienses, alemanes e italianos.

Aquí solo hace falta el empuje estatal, para hacer del costero municipio un verdadero paraíso natural, porque su gente es muy hospitalaria y atenta con el visitante

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