MANUEL
ANTONIO VEGA
HATO
MAYOR.- Hay quienes tienen muchos para dar y no dan nada, en cambio, hay
quienes nada tienen y dan. Es el caso de Don Blas Martínez (Polo Beca), un
anciano de 83 años, quien diariamente alimenta a cientos de palomas, que cada
mañana llegan a su casa, en la calle Miches, del sector Las Malvinas, en esta
ciudad.
Las
aves, dotadas de gran inteligencia, llegan
temprano a la vivienda de Don Polo Beca, quien cada noche, antes de ir a
la cama, compra 20 libras de maíz, para en la mañana y al mediodía, esparcir
los granos en el pavimento, donde bajan religiosamente las aves a desayunar y
almorzar.
Las
interactivas aves se arremolinan a su alrededor, mientras este va estirando sus
brazos para lanzar el manjar a las
domésticas aves.
Es
un verdadero espectáculo que se crea alrededor de la casa de Polo Beca, que con
su altruismo y generosidad ha logrado hasta paralizar el tránsito en la calle
Miches, una de la más transitada de la zona norte de Hato Mayor del rey.
“Ya
los vehículos y motoristas se detienen para ver a las aves alimentarse, apagan
los vehículos y hasta que las palomas no alzan vuelo nadie enciende los motores
Las
palomas, como sabia al fin, se han establecidos sus moradas en las copas de
cocoteros adyacentes a la casa del mulato hombre, donde se han reproducido de
manera vertiginosa.
“En
principios eran como 40, pero ahora llegan por cientos y se aposentan las
cuerdas eléctricas del alumbrado del barrio, frente a mi casa, solo a esperar
que abra la puerta cada mañana, para ella comer”, explica Polo Beca.
Dice
que el dar de comer a las aves lo aprendió de sus padres, que en la comunidad de
El Manchado, a cinco kilómetros al norte de Hato Mayor, cada mañana, daban de
comer a cientos de gallinas que criaban para comer y vender.
Las
palomas por lo general se alimentan de semillas y frutos
que colectan en las copas de los árboles, pero las que visitan a Polo Beca, al
parecer solo comen maíz, por su rutina diaria y que solo se le ven bajar de los
cocos en la mañana y al mediodía.
Alegria
Dice
que aparte de que vive el dar de comer, lo que más me gusta y alegra es el gran
sentido de la orientación y la rapidez en su vuelo.
“Me
gozo cuando bajan a comer, pero más me alegra ver como alzan vuelo, porque sé
van con el buche lleno y contenta”, significó.
Las
palomas jóvenes se denominan pichones, y las personas que crían palomas se
denominan colombófilos.
Las
palomas son de las especies de la familia Columbidae se caracterizan por poseer
un tronco muy robusto con, en comparación,
una cabeza pequeña aunque el área del encéfalo es
bastante desarrollada, los picos son cortos e hinchados y las patas cortas con
cuatro dedos, uno de ellos oponible tal cual ocurre con el dedo pulgar.
Las
palomas de Don Polo Beca han logrado adaptarse exitosamente al entorno
urbano.
Haitianos
al ataque
El
samaritano y colombófilo
hombre, aprovechó para denunciar que haitianos están matando a
pedradas, pidiendo la intervención del Ministerio de Medio Ambiente en Hato
Mayor, para evitar las aves sigan siendo atacadas.
Dijo
que en varias ocasiones ha tenido que desparpajar a haitianos lanzando piedras
a las aves, mientras estas esperan que él se levante a dar de comer.
Simbolismo
A
las palomas se le ha indlgado significado simbólico, con connotaciones y denotaciones positivas o benignas en
la mayor parte de las culturas. En el Antiguo Testamento de
la Biblia se relata que Noé dejó ir una paloma desde el arca después del Diluvio para intentar encontrar tierra
firme, y que aquella regresó con una rama de olivo en el pico.
Además,
en el Nuevo Testamento,
el Espíritu Santo
descendió desde los cielos con apariencia de paloma
sobre Jesucristo en
el momento en que este era bautizado.
La
paloma es el símbolo del candor, la sencillez y la inocencia, y especialmente
de la correcta paz o la armonía.
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