Mujer habría muerto dentro de una iglesia haitiana sacan cadáver a la calle y siguen el culto normal en SPM
MANUEL ANTONIO VEGA
San Pedro de Macorís- Una mujer de nacionalidad haitiana que fue en busca de sanación a una iglesia en creol, murió dentro del templo, el cuerpo fue sacado a la calle, tapado su rostro con una tela estampada, mientras el culto siguió en creol como si nada hubiese ocurrido.
Lo narrado más arriba, parece como el guión de una historia extraída de ciencia ficción, pero no lo es, ocurrió ayer tarde en la iglesia "El Shaddai", ubicada en el barrio El Golfo del batey Santa Fe, al este de San Pedro de Macoris, en la República Dominicana.
La señora, no identificada de momento, fue llevada a la referida iglesia por presentar problemas de salud y al morir la sacaron y fue dejado el cuerpo sin vida debajo de un árbol con el rostro cubierto.
Eddy la Celda, periodista y miembro de los Derechos Humanos, tras enterarse de la situación, se presentó al lugar a grabar la escena que se vivía con el cadáver inerte al frente del templo religioso y cómo se continuó el culto dentro, como si nada ocurrió.
Al notar la presencia de la prensa, los miembros de la congregación, también de descendencia haitiana, siguieron realizando sus actividades religiosas como si nada hubiera pasado.
Una miembro del templo, logró confiar a la prensa que ciertamente la dama murió en el templo, pero que la cultura haitiana lo lleva a actuar de esa manera, "pues es gente sin piedad, sin corazón ni alma".
La fuente confió que ellos, los haitianos, hicieron las curaciones con vinos tintos y refrescos por eso los familiares la dejaron en la iglesia para que la curaran".
En un vídeo que circula en las redes sociales se observa que miembros de la iglesia salen del templo al notar la presencia del periodista, donde negaron que la mujer muriera en el templo 3 indicando que murió fuera del templo.
La fallecida de datos desconocidos está siendo velada en su residencia, la cual se encuentra detrás de la estancia infantil del Ingenio Santa Fe.
Las autoridades de Salud Pública iniciaron una investigación, para determinar la verdad del hecho, que se considera abominable y atenta contra la buena costumbre.
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