lunes, 22 de febrero de 2010

Un temblor de 4.7 grados remueve Haití de madrugada

: RUDDY GERMAN PEREZ 
(r.german@elnacional.com.do)
Los largos apagones continúan en extensos sectores del Distrito Nacional y la provincia de Santo Domingo que este lunes amanecieron a oscuras, debido a la baja generación de energía.
Según reportes, el servicio de electricidad continúa crítico en gran parte del territorio nacional, pese a la entrada en servicio de la planta Itabo I y de varias hidroeléctricas, entre ellas Tavera II, con 45.3 megavatios y Jigüey II con 36 megavatios.

La generación de electricidad estaba esta lunes a las 8:00 de la mañana en apenas mil 357 megavatios, 70 menos que ayer, mientras permanecían importantes plantas como San Felipe, de Puerto Plata, opera sólo en el ciclo de vapor con 75 megavatios, con un déficit superior a los cien megavatios.
Las quejas por los largos apagones comenzaron esta mañana con residentes en Villa Juana, quienes aseguran que reciben menos de cinco horas de electricidad al día, pese a que los usuarios de ese sector pagan mensualmente el servicio.
Moradores de trece barrios de la parte alta del Distrito Nacional dijeron que además de no recibir electricidad el servicio es caótico debido a que nadie sabe cuándo habrá energía ni por cuantas horas.
Las quejas provienen de moradores en los barrios 27 de Febrero, 24 de Abril, Las Cañitas, Simón Bolívar, Capotillo, María Auxiliadora, Villa María, Gualey, Los Guandules, Domingo Savio, La Ciénaga, La Fuente y ensanche Espaillat.
Hoy están en línea 21 plantas generadoras que en conjunto producen mil 357 megavatios, entre ellas AES-Andrés que aporta 224 megavatios; Itabo I con 123, Itabo II con 116, Palamara kilómetro 22 con 78.9, San Felipe, de Puerto Plata con 75, Los Mina VI con 72, Palamara La Vega con 66.4, y la Sultana del Este con 66.
También están operando Sultana del Este con 66 megavatios, Monte Río con 63, Estrella Marina con 56.9, Falcondo II con 46, entre otras.
Origen del problema
El problema energético dominicano obedece a una situación de deficit estructural: mientras la demanda crece, el parque energético está en decadencia, con plantas que en muchos casos son obsoletas y en otros, inoperables, por el alto costo de generación.

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