lunes, 21 de octubre de 2013

El Peligro de Políticos Desconectados

Fauntly Garrido.
Fauntly Garrido.
En los últimos 20 días el mundo no Americano ha sido testigo silente de uno de los pugilatos políticos más incomprensibles de este siglo. Las contradicciones a lo interno del Partido Republicano en los EEUU y la frustración de una Casa Blanca incapaz de conectar con la minoría Republicana del Tea Party, que ha secuestrado el accionar congresual en la Cámara de Representantes, llegó a poner en riesgo la credibilidad y capacidad de solventar las acreencias de la economía más poderosa que la humanidad haya conocido.
Para comenzar a entender como una parte significativa de la clase política norteamericana ha estado y sigue propiciando acciones que ponen en riesgo el normal desenvolvimiento del capitalismo mundial, tenemos que remontarnos a la Presidencia de G.W. Bush y el resurgir de la nueva ultra derecha en los EEUU. El hecho de que Bush incrementara los servicios de Medicare, propusiera una reforma migratoria y rescatara a los bancos y fondos de inversión de Wallstreet en el 2008, dejó altamente frustrado a un segmento importante de la línea ultra conservadora del país.

Si esto se complementa con la elección del primer presidente Afro-Americano y el empuje del partido Demócrata hacia reformas de gran impacto como la del Sector Salud (llamado por los Republicanos Obama Care) la cerrazón encuentra un amplio caldo de cultivo en las mentes cerradas que rodea una amplia porción de los ciudadanos en los Estados Rojos!
Para la mayor parte de los políticos dentro y fuera de los EEUU tomar acciones que pongan en riesgo el crédito internacional del país y su capacidad de continuar generando riqueza, es absurdo. De las naciones desarrolladas, solo el Presidente Norteamericano debe de refrendar el aumento del endeudamiento fiscal que generan los programas sociales, pensiones, etc que ya existen y son ley! Es decir el Presidente, si no logra que el Congreso le apruebe los aumentos en los topes de endeudamiento, se encuentra en la disyuntiva de tener que violar una ley para hacer cumplir las otras;  algo que riñe totalmente con sus obligaciones constitucionales de velar por que se cumplan todas las leyes de la nación.
Si bien se pudiese tomar como un argumento importante para debatir y remediar a través de políticas públicas, el creciente problema del déficit fiscal y el financiamiento externo de la economía norteamericana. No es menos cierto que todas las proyecciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso indican que el déficit fiscal norteamericano estará por debajo del 2% del PIB para el 2015 y que dentro de 10 años el total adeudado estaría por debajo de su nivel actual de 75% del PIB!
Por lo que lo sensato no puede ser inmovilizar la nave que se pretende capitanear (los argumentos del Tea Party y sus representantes Republicanos de que hay que acabar con Washington no tienen sentido, si estos pretenden “gobernar” Washington), sino más bien proveerla de los instrumentos para que navegue de manera más holgada. Todas las proyecciones indican que el promover políticas que activen y dinamicen la economía norteamericana, reduzcan el empleo y aumenten sus exportaciones tendrán un mayor impacto sobre sus finanzas públicas y los planes de reducción de deuda que el anular la credibilidad del Estado Norteamericano y las reformas del Sector Salud.
Esperemos que nosotros acá podamos también aprender de estas acciones y comenzar a manejar nuestro ejercicio político con mayor seriedad y atendiendo al bienestar colectivo y no a las pasiones y aspiraciones individuales de nuestros congresistas. De pronto la eliminación de programas tan lesivos y populistas como el afamado barrilito y el financiamiento de los partidos políticos sería un buen tubo de ensayo…

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