HATO
MAYOR.-Iniciada en la gestión del alcalde Ramón O´brien, la casa de la cultura
de Hato Mayor, que se construye frente al emblemático parque Mercedes de la
Rocha, es ahora el principal punto de drogas y la estructura que más afea la
hermosa estructura de recreo.
Durante
el día está convertida en taberna de juegos, donde se está arrastrando a
decenas de menores a los juegos y el consumo de drogas y en horas de la noche,
la estructura es utilizada como casa de cita, donde jóvenes hacen el amor como
si se tratara de un motel de la ciudad
Actualmente,
la primera impresión de los nativos y visitantes a Hato Mayor, es la de abandono,
expresando sus inquietudes por que la obra, diseñada por el arquitecto Omar
Ramírez, sea debidamente terminada, para el desarrollo cultural e intelectual
de los hatomayorenses.
Perros,
culebras y ratones tienen como inquilino la que se visualiza será una hermosa
estructura, que engalanará el aspecto urbano de esta ciudad, fundada hacia
1520.
Se
recuerda que el síndico Ramón O´brien dejó tres millones de pesos para la
terminación de la obra, pero al asumir la alcaldía Isidro de Jesús Ramírez, el
dinero habría sido tomado para socorrer a los damnificados del ciclón Georges.
En
el lugar nacen todos los perros viralatas que pululan por calles de Hato Mayor.
También
la abandonada edificación es el sanitario municipal de cientos de parroquianos
que visitan el parque de recreo los fines de semana.
En
el patio hay gran cantidad de heces fecales de animales, hierbas altas y restos
de podas de árboles.
En
su interior se observan camas improvisadas de cartón en habitaciones, como
señal de los devaneos y desatinos amorosos que se libran en el lugar.
Todas
las botellas plásticas, papeles y hasta condones molestan a la vista humana, en
un lugar, que tiene como propósito, elevar la cultura de los nativos de la
capital del Cítrico.
Víctor
Espinal, trabajador cultural, manifestó
que la casa de la cultura es un monte, sin vigilancia ni padrinos que impulsen
su terminación.
La
casa de la cultura está situada en el ala Sur del parque Mercedes de la Rocha,
que también se corroe por falta de mantenimiento por parte del cabildo local.
UNA
UTOPÍA
La
casa de la cultura, una estructura donde se concentrarán los intelectuales de
Hato Mayor, sigue siendo una utopía, un sueño que se desvanece y que ha puesto
a claudicar a muchos, que hoy no luchan para que la obra sea terminada.
Los
fondos dejados para su terminación, harían dilapidado por el síndico que lo
sucedió en el cargo.
Desde
entonces, la vieja estructura sólo recibió un poco de pañete porque el ex
administrador de la Lotería Nacional, Ramón Rivas, entregó dos millones para
continuar los trabajos, los cuales fueron paralizados días después de terminar
el proceso electoral que buscaba la reelección de Leonel Fernández.
La
clase intelectual y profesional de Hato Mayor ha mostrado apatía por que la
obra sea terminada, diciéndose muchas veces que han claudicados por pesos que
reparten los políticos de turnos que no se apuran en el desarrollo de la
ciudad.
El
actual síndico, Reynato de Jesús Cruz Tineo, ha dicho que el cabildo no
dispones de los recursos para terminar la obra, que tiene un presupuesto de más
de 20 millones de pesos.
Qué
le han hecho a Hato Mayor, que sus habitantes están tan anestesiados, tan
embotados y han pedido el espíritu de lucha que lo caracterizó y le dio tantas
conquistas, para llevar a esta comunidad a la categoría de provincia.
Los
bríos de los hatomayorenses se han perdido ciertamente, lo que es aprovechado
por la muleta oficial para no hacer nada por la ciudad, fundada hacia el año
1520.
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