domingo, 7 de diciembre de 2014

El burro pasó de las tareas agrícolas a la asistencia turística

MANUEL ANTONIO VEGA

EL SEIBO.- En extinción en otras regiones, los nobles e inteligentes animales conocido como “Burro”, está en abundancia en campos de poblaciones del Este del país, que lo utilizan no solo en las tareas agrícolas, sino para carga de turistas en zonas montañosas.

El burro ha sufrido maltrato durante generaciones, siendo timonel de diversas tareas en los campos agrícolas.
Cada semana son vistos en los campos de El Seibo, Miches y El Valle, recuas de burros subir y bajar por empinadas montañas y recorrer pastizales, para alegrar a turistas.
Los burros son utilizados en Miches, Sabana de la Mar, El Valle, Hato Mayor y El Seibo en demostraciones y corridas de sortijas, para deleite y disfrute de turistas.
Al asno, que se atribuye su origen del continente Africano, es utilizado no solo en las tareas agrícolas, sino que se le ha asignado la carga de agua y llevar a parrandas y visitas familiares a dueños del animal.
Este dócil, pero sufrido animal, tuvo un respiro en las labores agrícolas con la llegada de la industria, y la aparición de los vehículos de motor, ya que  las maquinarias agrícolas fueron sustituyendo las funciones del asno y hoy en día sólo se conserva su utilidad original en países en vías de desarrollo.
EL SEIBO
En El Seibo, el burro o asno es un reclamo turístico para escalar hasta las cavernas y saltos de agua que guardan las montañas de la Cordillera Oriental y pasear por las plantaciones de cacao en el Tours del Chocolate.
Aquí el burro no está en peligro de extinción,  más bien, es un animal reclamado y preciado, para tenerlo de compañero en las tareas campesinas.
Los asnos, además son utilizados por familias campesinas para la carga de agua y leñas que utilizan para cocción de los alimentos en los hogares rurales.
Este dócil animal que ha sido objeto de palos e insultos y soportado humillaciones y atribuírsele ignorancia y terquedad, es en los campos de El Seibo, es tan mimado y querido, que hay familias que lo crían para venderlo, para el transporte de turistas a las escarpadas montañas, que bordean esta provincia.

Durante centurias vienen sirviendo como animal de carga y tracción.
El doméstico animal, protagonista de numerosos refranes y canciones, tiene en los campos del Este dominicano, otra connotación que lo está catapultando como el animal más preciado y querido por turistas nacionales y extranjeros.
Es un animal que cada día gana más amigos y quienes luchan por su conservación.
El equino de grandes orejas y generalmente de color gris, es tan sonoro y tiene una presencia tan significativa, que se cuantifica en más de 400 ejemplares en la provincia de El Seibo.
El fiscal de El Seibo, Manuel Emilio Santana Montero, lo utiliza para recorrer los campos a sostener reuniones con los productores de Cacao.
Los pollinos han despertado la conciencia en los campesinos sobre su utilidad, que lo crían para obtener algunos beneficios, ya sea vendiéndolo u utilizando como recuas para la explotación ecoturística.
El ecoturismo enaltece la imagen de este equino y valoriza como el amigo del turista.
LECHE DE BURRA
Los turistas también degustan la leche de burro en chocolate, a la que se atribuyen tributos especiales.
Los derivados del cuajo del animal es utilizado como productos de belleza, que se dicen suaviza la piel  humana.
Es un animal noble y milenario, amigo de la Humanidad».
EL REBUZNAR
“Cuando un burro rebuzna es señal de que se tiene una pareja para amar o tener sexo”, afirma Pilar Hernández, directivo del Bloque Este de Asociaciones Productoras de Cacao, entidad que organiza el Tours del Chocolate en El Seibo.
Al burro se considera ser más inteligente que los caballos.

Tenemos que impedir que este histórico animal desaparezca. 

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