viernes, 4 de septiembre de 2015

VIDAL RODRÍGUEZ: UNA TORRE MORAL EN HATO MAYOR.

ING. VIDAL RODRÍGUEZ
ROBERT BERROA
Una de las mejores experiencias que conservo en mis años de lucha revolucionaria es la amistad con Vidal Rodríguez. Felizmente puedo decir que los 42 años de tránsito por el Mausoleo del PLD ha sido una vivencia cargada de sueños empujados por el oleaje del romanticismo que caracteriza a los hombres de almas nobles.
 El trayecto recorrido al lado del compañero Vidal registra innumerables momentos en los que él y yo fuimos protagonistas. Sin embargo no he tenido una gota de disgusto a su lado, quien merece ser reconocido en todos los escenarios de su vida, pues ha limitado su trabajo al deber como fundamento de su accionar político. 

Después de observar y compartir por más de cuarenta años en la arena movediza del PLD, he visto que en su corazón gravita la razón, en obediencia a una clara consciencia que lo conecta a un abanico de emociones suministradas por la naturaleza de su temperamento.

Vidal Rodríguez no es indiferente, ni inconmovible ante el dolor ajeno, a pesar de que aparenta un bajo perfil en su reflejos emotivos. Ha operado con sabiduría y tacto al frente del poder más representativo de la provincia, donde ha tenido la oportunidad de extender sus manos en todas las direcciones para beneficio personal, sin embargo no registra una acción que no esté acompañada de una gran consciencia humana.
Vidal ha sabido manejarse como político. Ha vivido enlazado a la moral que nos inculcó el maestro, pudiendo evadir la gula y la avaricia. Es decir, no ha usado el poder para servirse con la cuchara grande ni ha usado la doble moral. 
Ha sido honesto con los recursos que han llegado a sus manos. Contrario a otros que sólo convocan a sus Intermedios para repartirles trabajo, el trabajo que les permite mantenerse en las mejores posiciones dentro del gobierno. 

Vidal es un político forjado y formado como quiso el maestro Juan Bosch. Ha actuado con justicia en todas las circunstancias. 

En dos ocasiones le han asignado apartamentos, y aunque no tiene casa propia, lo ha cedido a los miembros de su Intermedio. Ahora, en el presente, le asignaron un carro, pero hizo lo mismo, lo cedió a los medios de su Intermedio, porque es lo justo y lo que demanda el sentido común. En otras palabras no usa la política para beneficiarse personalmente
En la rivera del río político ha quedado la moral. Muchos corazones se han perdido en la bruma del horizonte, de quienes marchan ciegos detrás de la riqueza que brinda el Poder. 

Sin embargo Vidal Rodríguez marcha firme entre las hojas del Paraíso, superando de este modo al hombre blando, y sin moral. Prisionero en la vagabunda pradera de lo deshonesto, donde crece el limo verde con que se alimentan los hombres sin valores, hasta caer en la cañada sucia que cruza la cuidad como testigo de una pobreza centenaria. 
Pero Vidal ha sabido caminar por el lomo de la alta montaña, oteando la bandera de la vergüenza con la constructiva percepción de que Juan Bosch no ha muerto en su corazón.

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