MANUEL A. VEGA
Pablo Coplin Lora, era un joven de 31 años edad, que trabajaba muchos para poner a parir la tierra, en la comunidad de Los Mampurrios, pero además gustaba muchos de la ingesta de alcohol, lo que finalmente lo motivó a quitarse la vida, tomando un herbicida, conocido como Paracuat.
Gustaba tanto de la bebida alcohólica, que cuando el trago lo invitaba, tomaba dinero prestado al primero que le pasaba por el lado, siendo su último préstamo de 2 mil pesos a un haitiano, que reside en Los Mampurrios, cuyo nombre no fue posible obtener.
Al parecer deprimido por no poder pagar a tiempo la deuda, siguió abrazado al alcohol, y cuando llegó en la noche a la casa, tomó una sustancia de matar la maleza, lo ingirió y se fue a dos kilómetros de la casa, donde en la madrugada fue encontrado por su madre y otros vecinos que se lanzaron a la búsqueda.
Fue encontrado en la comunidad de El Moguete, a dos kilómetros del distrito municipal de San Francisco Vicentillo, ya moribundo y con un color buscando morado.
Tras su hallazgo, fue llevado al hospital Leopoldo Martínez de Hato Mayor, pero la falta de equipo obligó llevarlo a la clínica Zorrilla-Cruz y Asociado, pero expiró entrando al establecimiento médico.
Pablo Coplin llegó a ser miembro del Ejercito Nacional y se le tenía como una persona seria y responsable, razón que pudo haberlo llevado a tomar esa fatal decisión de suicidarse con un pesticida.
Su cuerpo estaba siendo velado en casa de su madre en
ese lo que fue un buen pendejo porque si le debo y no tengo con que pagarle, que se aguante porque ahora si ya no hay remedio
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